La Cámara norteamericana aprueba la congelación inmediata de los arsenales nucleares de Estados Unidos y la URSS
Una histórica resolución -aunque sin fuerza de ley- para "congelar y reducir" las armas nucleares fue aprobada por la Cámara de Representantes de Estados Unidos en la madrugada del jueves (hora española), tras seis sesiones de polémicos debates y unas 40 horas de discusiones. La resolución pasa ahora al Senado, mientras la Casa Blanca considera que "no supondrá ninguna variación" para las Conversaciones para la Reducción de Armas Estratégicas (START) entre soviéticos y norteamericanos. La resolución coincide con la línea marcada por la pastoral de los obispos católicos, que, hace dos días, en Chicago, pidió detener la fabricación de armas atómicas.
La resolución considera que el objetivo de las START es la consecución de un acuerdo sobre "la congelación inmediata, recíproca y verificable" de los armamentos nucleares, seguida de "reducciones sustanciales, equitativas y verificables". Su aprobación coincide, también, con una reacción positiva de la Administración Reagan a las últimas propuestas del máximo dirigente soviético, Yuri Andropov, que ofrece negociar la reducción de cabezas nucleares, y no sólo de misiles, cuando se reanuden dentro de unas semanas las negociaciones de Ginebra.La Cámara de Representantes de EE UU, con amplia mayoría demócrata, logró esta victoria sobre el presidente Reagan en materia de armas nucleares, tras un compromiso con los republicanos, que habían torpedeado anteriormente el proyecto de resolución con la multiplicación de enmiendas. Finalmente, la esencia del texto ofrece un equilibrio semántico que da satisfacción a cada bando, pero que en el fondo es una derrota de los duros de la Casa Blanca, que consideran la resolución como una concesión unilateral de Estados Unidos de cara a las negociaciones con la Unión Soviética.
"La esencia de la palabra congelación se mantiene como prioridad", manifestó el líder de la mayoría demócrata, el veterano congresista Thomas O'Neill, a pesar de que los opositores a la resolución han conseguido introducir una enmienda por la que se admite que, en caso de fracasar las conversaciones con la URSS, la congelación sería abandonada. "Ha sido", añadió, "uno de los debates más importantes de la historia de la Cámara". Ahora la resolución pasará al Senado, donde los republicanos son mayoría, lo que hace augurar una difícil aceptación del texto. En cualquier caso es improbable que el presidente Reagan ratifique una declaración que ha calificado de "contraproducente".
Presiones de la opinión pública
Por tanto la resolución de la Cámara es, todavía, difícil de valorar. Responde, en realidad, a las piresiones de la opinión pública estadounidense y a los efectos electorales que el asunto de armas nucleares puede tener en la vida política norteamericana. Cabe recordar que en las elecciones del pasado mes de noviembre, para reanudar la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, el referéndum "pro congelación" de armas nucleares fue presentado en nueve Estados de la Unión, conresultados afirmativos en ocho.
Sin embargo, a los estrategas de la Casa Blanca, los conservadores del Congreso (demócratas o republicanos) o los estrategas del Pentágono, tampoco les falta parte de razón cuando alegan que Moscú no tiene que negociar bajo la presión de su opinión pública.
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