España estudia medidas de presión frente a las traba impuestas por Estados Unidos a las exportaciones
La aplicación de derechos compensatorios, las presiones comerciales hacia los importadores norteamericanos y la concentración de las ventas españolas hacia Estados Unidos en un número muy reducido, de productos, caracterizan los males del comercio hispano-estadounidense, con un déficit comercial crónico para España que no logra ser superado ni siquiera con la fuerte depreciación que ha experimentado la peseta en relación con el dólar. Tales principios son expuestos en una nota informativa de los servicios comerciales de la Embajada de España en Washington, con la hipótesis de examinar "las posibilidades que hay de reemplazar las exportaciones americanas a España como un medio de presión frente a las trabas que encuentran nuestros productos en Estados Unidos", dice la nota.
A siete semanas de la visita oficial a Washington del presidente del Gobierno español, Felipe González (del 20 al 23 de junio), pararece oportuno recordar a la Administración Reagan que la situación comercial España-EE UU ha entrado en un proceso de deterioro para España. Por el contrario, Washington ha logrado sin excesivos problemas la renovación del convenio de defensa (que garantiza la permanencia de las bases militares en España), prepara la venta de 24 aviones de combate F-18 (cuyo contrato, por valor de unos 300.000 millones de pesetas, debe firmarse antes de fin de mayo) y ha obtenido una gran moderación en el asunto de plantear un eventual referéndum sobre la permanencia de España en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).Sin embargo, para la Administración Reagan, la luna de miel con el Gobierno socialista espacial no parece ser suficiente a la hora de decretar medidas que restringen el comercio español hacia EE UU. "La exportación española decae por falta de agresividad de los exportadores españoles", alegan en círculos comerciales estadounidenses. Argumento que, en cierta forma, comparten también los agregados comerciales de España en EE UU. El exportador o el fabricante español carece, en general, de la paciencia o los medios que exige el mercado norteamericano, cuyas técnicas aconsejan abordarlo con objetivos a muy largo plazo. Pero es un hecho que "cada vez que un producto español alcanza cotas apreciables de penetración en el mercado de EE UU, se ponen trabas para frenarlo", comentan en la oficina comercial de la Embajada de España en Washington.
Déficit preocupante
En cualquier caso, la realidad de las cifras indica que la situación es mala y que, probablemente, ha llegado el momento de plantear soluciones al más alto nivel. "De manera continuada", cita la nota informativa, "el comercio España-EE UU tiene como características principales un déficit en contra de España de tres a uno. Para l982", continúa la nota, "a pesar de la apreciación del dólar, las exportaciones españolas descendieron en 1,8% representando 1.505,4 millones de dólares. En 1982, el 75% de nuestra exportación a EE UU está concentrada en sólo 11 productos: calzado, productos siderúrugicos, zinc, ferroaleaciones, oleorresinas y aceitunas forman el núcleo de la exportación de España hacia Estados Unidos".Los productos siderúrugicos con la amenaza de cupos para los aceros especiales, han visto disminuir sus ventas a EE UU en el 26,0%. La imposición de derechos compensatorios fue el principal elemento que condicionó la baja. En calzado ha habido un ligero aumento en 1981 y 1982, tras una caída espectacular en 1980, gracias a la apreciación del dólar. Para 1982, las ventas se cifran en 233,3 millones de dólares.
Por parte de Estados Unidos sólo las ventas de productos agrícolas hacia España superan los 1.500 millones de dólares anuales, equivalente a la exportación total de España hacia EE UU. Los exportadores americanos venden también a España aviones y sus patentes, instrumentos para la navegación, chatarra, motores a reacción, componentes electrónicos y reactores nucleares.
En relaciones económicas, la nota informativa destaca. que, en 1982, "las inversiones directas españolas en Estados Unidos fueron de 13.000 millones de pesetas, representando aproximadamente el 20% del total de la inversión española en el extranjero". Energía, banca, industria y comercio, fueron los principales sectores hacia donde se destinó la inversión de España en Estados Unidos. Por el contrario, las inversiones de EE UU en España en 1982 (para los tres primeros trimestres) pueden "considerarse muy reducidas y con carácter marginal, alcanzando solamente 406,4 millones de dólares".
Como conclusión, la nota expone que "sería, pues, util llevar a cabo por los organismos pertinentes un estudio pormenorizado de las posibilidades que hay de reemplazar las exportaciones americanas a España como un medio de presión frente a las trabas que encuentran nuestros productos en Estados Unidos".
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