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Margarethe von Trotta no cree en la existencia de un cine feminista desde el punto de vista estetico

"Aunque yo me considero feminista no creo que exista un cine estrictamente feminista, al menos desde el punto de vista estético. Las mujeres que hacemos cine podemos aportar, sin embargo, una serie de nuevas emociones y distintas perspectivas a este quehacer". La realizadora alemana Margarethe von Trotta (Berlín, 1942) ha venido a España para presentar Locura de mujer (Heller Wahn), última de sus cinco películas. Ayer habló de su filme en Madrid y hoy lo hará en Barcelona, ciudades en las que se exhibe.

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El feminismo y la política no van necesariamente unidos en la obra fílmica de Margarethe von Trotta, una de las figuras más destacadas del llamado por algunos nuevo cine alemán, pero son dos coordenadas que se encuentran siempre presentes en las películas que realiza. "No entiendo por qué los críticos consideran mis obras como una amenaza feminista, cuando son una ayuda para entender a las mujeres y en ningún momento suponen una amenaza".Para la realizadora alemana, tanto el feminismo como la política no son actos conscientes sino experiencias y actitudes de la vida cotidiana. "Cuando digo que soy feminista no me refiero a ningún acto voluntario, totalmente controlado, sino a algo natural que surge de una situación personal y circunstancial. Mi feminismo proviene de mis lecturas, de mi comportamiento y de mis contactos con la gente, especialmente con amigas feministas". "La política tampoco procede de una reflexión especial" dice Von Trotta. "Para mí todo es política. No hago diferencia entre la vida política y la vida privada, puesto que ésta última suele ser la expresión de un entorno social".

A su filmografia como actriz ocupación en la que se estrenó en 1968 y le llevó a trabajar con Fassbinder y Schlondorf entre otros, y como guionista (La repentina riqueza de los pobres de Kombach, El honor perdido de Katharina Blum o Círculo de engaños), Margarethe von Trotta ha incorporado su experiencia como realizadora en El honor perdido de Katharina Blum (codirección con su marido, Volke Schlöndorf, en 1975), El segundo despertar de Christa Klages (premio de la República Federal de Alemania en 1978), Hermanas o la balanza de la felicidad, Las hermanas alemanas, (que consiguió en 1981, entre otros el León de Oro de Venecia) y la película que acaba de estrenarse.

En todos estos filmes existe un ritmo que según Margarethe von Trotta se parece a los movimientos de inspiración y expiración en el proceso respiratorio. "Suelo alternar la mirada hacia el mundoÍnterior con la mirada hacia el mundo exterior. Locura de mujer es una introspección en el mundo de la mujer, la anterior Las hermanas alemanas se situaba en el mundo exterior de la política, lo mismo que la que estoy preparando, que versará sobre Rosa Luxemburgo.

En Locura de mujer, Von Trotta intenta "mostrar cómo se comportan entre sí las mujeres, de qué manera muestran sus miedos cuando se arriesgan a ir lejos y cómo defienden sus ideas incluso frente a los hombres".

La realizadora alemana insiste, sin embargo en la consideración de que su cine no es feminista desde el punto de vista estético. "Yo aprendí a hacer cine con las imágenes que utilizaban los hombres y especialmente con Ias de Bergman y Saura a los que considero mis maestros". Margarethe von Trotta dice que no existe todavía un movimiento feminista en el cine pero que se podrían establecer las bases de esta tendencia a medida que se va tomando conciencia de que las mujeres son tan capaces de crear cultura y cine como los hombres.

La directora de Locura de mujer se considera una creadora dentro de las tendencias del nuevo cine alemán. "Es cierto que los componentes de esta generación no tienen grandes cosas en común. Sus tendencias responden al pluralismo que existe en la República Federal de Alemania. Se hace un cine totalmente individual, pero tenemos al menos en común, el que somos alemanes, y hablamos el mismo idioma. Tampoco es cierto que haya desaparecido este nuevo cine tras la muerte de Fassbinder o debido a la dispersión por el extranjero de otros directores consagrados. En la República Federal de Alemania van surgiendo cada vez más realizadores jóvenes que renuevan el panorama creativo".

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