Castigos ejemplares
A veces se producen hechos tristes que parecen sacados de una novela y que cuesta trabajo racionalizar que suceden realmente.Veamos una clase repleta de niños y niñas de unos siete años. Se observa que uno de ellos ha sacado del bolsillo varias fotografías en papel de revista. Son desnudos femeninos.
Otros niños le rodean y miran con curiosidad. La maestra se ha dado cuenta, se acerca y arrebata las fotografías al niño. A continuación pregunta que quiénes han sido los que las han visto. Van saliendo los niños uno a uno. Nueve. No queda más remedio que colocarles a todos un cartel en la espalda que reza: "Soy un niño sucio". Para que el castigo sea ejemplar, es necesario pasearles por algunas aulas y enfrentarles al regocijo de los demás compañeros.
¿Realidad? ¿Ficción? Provocadoramente cierto. Abril 1983. Colegio popular Alvar Fañez de Minaya, Guadalajara. El nombre de la maestra prefiero omitirlo, porque si después de toda una vida dedicada a la enseñanza, al borde de la jubilación, se comporta de esa forma, tengo que pensar que es una víctima más. Un ladrillo en el muro. /
Guadalajara.
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