Dalí satisfecho porque su antológica la ha inaugurado en Madrid un príncipe, "como en el Renacimiento"
La Familia Real y los presidentes del Gobierno y de la Generalitat asistieron a la apertura de la muestra
Salvador Dalí expresó ayer su intención de dejar toda su obra para el Estado en el momento en que los Reyes, don Juan Carlos y doña Sofía el príncipe don Felipe; el presidente del Gobierno, Felipe González, y el presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, asistían en Madrid al acto inaugural de la antológica 400 obras de Salvador Dalí. 1914-1983. El pintor, que no pudo viajar a Madrid para esta ocasión debido a su delicado estado de salud, dijo también desde el castillo de Púbol (Gerona) que era uno de los días más felices de su vida porque la exposición la ha inaugurado un príncipe, "como en el Renacimiento" Por otra parte, ayer circuló el rumor, luego desmentido por el secretario de Dalí y co-comisario de la muestra, Robert Descharnes, de que el cuadro titulado Tortilla babosa, que figura en el catálogo con el número 151 y que no fue colgado para la inauguración de la muestra, podría ser falso. Algunos de los cuadros de esta antológica podrían no estar incluidos en la exposición posterior en Barcelona.
Durante una hora, los Reyes y el resto de las más altas personalidades del Estado, del Ministerio de Cultura y del Gobierno de la Generalitat, recorrieron la muestra de cerca de 500 obras del pintor catalán y que constituye una de las más completas exposiciones que se han celebrado hasta ahora sobre la obra de Dalí. Cerca de 1.500 personas, representantes de los más diversos ámbitos políticos, judiciales, diplomáticos y, sobre todo, culturales, asistieron a la apertura de esta muestra, que estará abierta en el Museo de Arte Contemporáneo hasta el 29 de mayo.Esta muestra de obras estatales y de otras colecciones oficiales y privadas de España y del extranjero, así como por obras de la colección del propio Dalí, se exhibirá en el palacio de Pedralbes, de Barcelona, entre los próximos 10 de junio al 10 de julio.
Paralelamente a la muestra pictórica se exhibe una exposición de 150 fotografías preparada por Luis Revenga y titulada Dalí fotógrafo, Dalí en sus fotógrafos, en la que se recogen fotos sobre Dalí hechas por Brasaï, Man Ray, Jodi Socias, Cecil Beaton, Catalá Roca y Alberto Schommer entre otros.
Día histórico para la Química
Dalí, que siguió "con emoción" la jornada de ayer, calificada como una de las más felices de su vida, vio cumplida su "ilusión", expresada en un mensaje hecho público el día anterior, de que el príncipe Felipe le representara en la inauguración de la muestra. En las primeras horas de la mañana de ayer le habían hablado al pintor de las clases prácticas de Química que le coincidían al príncipe Felipe con la inauguración de la muestra. Dalí dijo: "Si el Príncipe no puede asistir a la exposición, será éste un día histórico para la Química".
El Príncipe asistió interesado a la inauguración de la exposición, hablé por teléfono con Salvador Dalí, junto con los Reyes, desde el museo y expresó a los directivos del museo el deseo de volver a visitar detenidamente la muestra con sus compañeros de colegio. Los Reyes mostraron también vivo interés por el destino final que van a tener tanto los cuadros que ha cedido Dalí de su colección particular para esta muestra comoi los que serán repatriados o los que constituirán la herencia del pintor, que él mismo ha dicho que serán patrimonio del Estado español en unas declaraciones que hizo ayer con su propia voz a Radio Nacional desde Púbol.
De momento 54 obras de las que se exponen en la antológica y que provienen de Ginebra no volverán a salir de España, según ha explicado el director general de Bellas Artes, Manuel Fernández Miranda "ya que los problemas administrativos están resueltos".
'Tortilla babosa'
En relación con el contenido de la muestra, fue confirmada de modo rotundo la autenticidad del cuadro titulado Tortilla babosa, que lleva la firma de Dalí en 1934 y sobre el que circularon rumores de falsedad. Ha sido prestado a la exposición por la galería Theo de Madrid. El cuadro, que figura en el catálogo de la muestra con el número 151, fue colgado en la preparación de la misma pero ayer, día de la inauguración, no aparecía colgado. La directora de la Galería Theo, Elvira Mignoni asegura que es auténtico.
Robert Descharnes, secretario del pintor, señaló ayer, tras una reunión con la galerista, que existe un certificado de Dalí que autentifica el cuadro, aunque el pintor ha decidido que la obra no sea colgada. Lo mismo. ocurre con otras obras y específicamente con la titulada La batalla de Tetuán. No se descarta que la decisión daliniana de no colgar este lienzo se base en la preocupación del pintor por lo que él consideraría que es una alusión a problemas políticos de territorios españoles. La razón oficial dada para que no se exponga La batalla de Tetuán es el alto coste de su traslado a España desde Estados Unidos -unos ocho millones de pesetas-. El director del Museo de Arte Contemporáneo, Alvaro Martínez Novillo, señaló que La tortilla babosa nunca le pareció un cuadro sospechoso de falsificación porque fue enviado en 196869 por el entonces secretario de Dalí, Enric Sabater, a la exposición Pintura española del siglo XX que se celebró en el Museo de Arte Moderno de México. En aquella ocasion figuró en el catálogo oficial y no fue puesto en cuestión. El cuadro ahora pertenece, al parecer, a un coleccionista anónimo que lo tiene cedido en depósito a la galería Theo.
La muestra de Barcelona
Además, hay cuadros que figuran en el catálogo y que tampoco se exponen, esta vez porque pertenecen a familiares de Dalí que no los han cedido para esta ocasión. La decisión de no colgar algunos cuadros, por parte de Dalí, podría obedecer también al deseo del pintor y de personas de su entorno de legitimar en todo lo posible esta muestra como la expresión de lo que el artista quiere realmente que se vea de su obra general.
Por otra parte media docena de cuadros de la exposición, concretamente los procedentes del museo Boymans-Van Beuningen, de Roterdam (Holanda), podría no ir a Barcelona, y en cualquier caso, no irán a la exposición posterior que se celebrará en Figueres (Gerona), pese a que el contrato firmado entre el Ministerio de Cultura y la Generalitat establece que la exposición debe ser idéntica. Los motivos que provocan la reticencia de Rotterdam derivan del hecho de celebrar su 509 aniversario precisamente en coincidencia con las fechas en que la antológica debe viajar a Barcelona. Entre la embajada catalana se notaba ayer un cierto nerviosismo por el tema, y altos cargos de la Consejería de Cultura realizaban gestiones durante la misma inauguración para evitar la ausencia de las obras.
Max Cahner, conseller de Cultura de la Generalitat, afirmó, en contrapartida, que la exposición en Barcelona será inaugurada por el propio Salvador Dalí el 10 de junio, coincidiendo con el primer aniversario de la muerte de Gala. Caliner, así como otros miembros de la Generalitat, se mostraba molesto con el trato recibido por parte de los encargados del protocolo.
Al conseller se le intentó impedir acompañar a la comitiva inaugural, encabezada por los Reyes, mientras que un miembro de Presidencia del Gobierno recriminó al séquito del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, por llevar en el coche el banderín distintivo de su cargo, según comentó a EL PAIS un portavoz de la Generalitat. El mismo portavoz manifestó su extrañeza por la presencia del presidente del Gobierno, Felipe González. Un trato similar recibieron los periodistas procedentes de Barcelona, más de 20, que se encontraron a las puertas del museo sin acreditación de ningún tipo.
Respecto al coste total de la exposición, 90 millones de pesetas, a los que hay que añadir los 40 del catálogo, Cahner manifestó que incluía las dos exposiciones -en Madrid hasta el 29 de mayo, y en Barcelona, en el palacio de Pedralbes, a partir del 10 de junio- El catálogo, que ayer fue entregado en versión castellana, contiene algunos errores, principalmente referentes a obras que se suponía estarían expuestas y que finalmente no han sido cedidas por sus propietarios, principalmente las del Centro Pompidou.
Cahner afirmó que los errores serían subsanados totalmente en la edición catalana, que ya se prepara, y justificó los mismos en base a la premura con que se ha realizado la obra, en la mayoría de los casos sin poder ver las obras catalogadas. Cahner puso también de relieve que una colaboración entre el Ministerio de Cultura del Gobierno central y una entidad autónoma, en este caso la Generalitat de Cataluña, se produce por primera vez en la historia de España.
Se considera que la inversión es alta si se atiende a la exposición en sentido estricto, pero baja si se atiende a la posibilidad de que Dalí legue sus colecciones a las instituciones organizadoras.
En la muestra resaltan los cuadros pertenecientes a los años treinta, si bien hay una cierta desproporción entre el período cubista y el superrealista, en detrimento de este último. Ello es debido, fundamentalmente, a la negativa del Centro Georges Pompidou a colaborar en la exposición. Sin embargo, cabe reseñar la presencia de algunas obras escasamente difundidas en España, así como las relacionadas con el período correspondiente a la guerra civil. La presencia de Gala en la exposición es notable y, en cierto modo, también la de la familia directa del pintor, especialmente su hermana Ana María y su padre.
Las declaraciones de Dalí en el sentido de que la familia había sido su mayor obstáculo, fueron comentadas a este diario por su prima Montserrat Dalí, presente en el acto inaugural, quien comentó que aunque es cierto que entre el pintor y su familia las relaciones nunca fueron buenas, con ella siempre fueron excelentes.
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