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La Academia de Hollywood concede sus galardones

El pacifismo de 'Gandhi', de Attenborough, acapara ocho premios frente al filme taquillero de Steven Spielberer

Oscar-Gandhi debería ser el título del espectáculo de los premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood en su 55ª edición. La producción inglesa Gandhi ganó ocho oscars: al mejor filme y mejor director (Richard Attenhorough), mejor actor (Ben Kingsley), mejor vestuario, fotografía, montaje, director artístico y guión; siguió en número de oscars el filme E. T. El extraterrestre (Steven Spielberg), con cuatro oscars, para efectos visuales, sonoros, música y tema original.

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La decisión de Sophie culminó con el oscar a la mejor actriz (Meryl Streep), mientras Tootsie vio premiada la labor al oscar de la actriz secundaria (Jessica Lange). Paul Newman quedó, una vez más, al margen del oscar, saliendo muy malhumorado por no tener ningún premio el filme Veredictofinal.La noche comenzó con sabor español, en el Dorothy Chandler Pavillion, de Los Angeles, con el triunfo, por vez primera en la historia, del oscar para un filme español: Volver a empezar, de José Luis Garci. El acto fue un verdadero homenaje a Gandhi y al resurgir del cine británico, que había sumado ya el oscar para el mejor filme en la pasada edición, con Carros de fuego. "Es un filme dedicado a un hombre de honor que luchó por la paz", dijo, muy emocionado, el director de Gandhi, Richard Attenborough. "Un hombre que, como Martin Luther King, hoy Lech Walesa, siguieron su filosofía en el combate pacifista".

La imagen de Ben Kingsley

Ben Kingsley, con el oscar al mejor actor, subió al escenario con una imagen que parecía todavía pegada al papel que representa en Gandhi. Hablando con lentitud, expresó el deseo de que el mensaje pacifista de paz de Gandhi sea lo mejor que pueda transmitir la pelicula superpremiada.

"Oh, boy!", exclamó la actriz Meryl Streep, intentado contener la excitación de tener en la mano su segundo oscar (ganó el primero en 1981, con Kramer contra Kramer). Con la cabeza inclinada, la futura mamá más respetada del cine americano leyó un papel arrugado donde citó, prácticamente, a todo el equipo de La decisión de Sophie. Fue el oscar con menor intriga de toda la gala. La sorpresa, en realidad, fue la acumulación, la inflación de oscars para Gandhi.

Como sorpresa fue también el que no presentara este año los premios de la Academia de Hollywood el popular Johnny Carson. Tocó a un equipo formado por Liza Minelli, Dudley Moore, R¡chard Pryor y Walter Matthau el ir programando la gala, mientras estrellas del espectáculo, jóvenes o menos jóvenes, iban repartiendo las codiciadas estatuillas doradas, máximo galardón en la industria del cine.

Un trofeo que margina, en general, a los actores de color, en un país donde renacen actualmente las tensiones raciales, como demostró la elección municipal en la ciudad de Chicago. "No es habitual que la Academia se acuerde de los actores negros", dijo Louis Gosset, premiado con el oscar al mejor segundo actor en Oficial y caballero).

La Academia tampocó gratificó con honores de primera línea los aspectos extraterrestres del filme E. T., a pesar de ser el más taquillero de toda la historia del cine y que ha recaudado quinientos millones de dólares de taquilla (65.000 millones de pesetas). La Academia sólo reconoció sus valores especiales con oscars que podrían considerarse un tanto de segunda categoría.

En fin, como estaba previsto, los 4.000 miembros de la Academia votaron lo clásico. Algunos quizá vieron hasta un pasado excolonial al dedicar tantos honores -merecidos- a la producción británica Gandhi. Si los oscars para el memorable personaje de la India se traducen en un incremento en la taquilla, puede abrirse una serie para nuevos filmes de carácter histórico en Hollywood. O, a lo mejor, los próximos oscars habrá que darlos directamente en Londres.

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