Clifford Williams dirige en Madrid 'Ricardo III', en la primera producción española con el teatro británico
Clifford Williams, 55 años, presidente de la Asociación Británica de Teatro, es el director de la versión de Ricardo III, de Shakespeare que el próximo día 7 se estrena en el teatro Español de Madrid, interpretado por la compañía de Eusebio Lázaro. Es la primera vez que se monta una producción semejante realizada en colaboración con el medio teatral británico sobre un escenario español. Sobre esta cooperación habla el propio Clifford Williams.
Clifford Williams es director asociado de la Royal Shakespeare Company (RSC) desde 1963. Con esta compañía, la más prestigiosa del mundo teatral, ha dirigido obras de clásicos como Shakespeare, Marlowe, Webster y de autores contemporáneos como Hochnuth, Shaw, Dürrenmatt y Solyenitsin. Ha dirigido obras para los teatros nacionales del Reino Unido, Finlandia, Bulgaria, Yugoslavia, México, Francia, República Federal de Alemania, Canadá y Rusia.El proyecto para representar Ricardo III surgió hace aproximadamente un año. Los ensayos y el contacto entre el director y los veintidós actores de la compañía de Eusebio Lázaro comenzaron el 15 de febrero, con seis horas de trabajo diario.
Esta es la cuarta ocasión en que Clifford Williams dirige Ricardo III ("cada vez me lo he planteado como si fuera la primera, olvidando lo hecho anteriormente"). Asegura que no ha encontrado diferencias entre los actores españoles y las compañías que ha dirigido en otras ocasiones. Solamente hace la salvedad de que, lógicamente, los actores ingleses conocen más a Shakespeare que los españoles, pero que esto no supone forzosamente una dificultad, porque el autor se redescubre cada vez que se vuelve a trabajar sobre sus textos.
Actores y músicos
"Honestamente, creo que no hay diferencias porque los actores son como los músicos de orquesta. No hay diferencias entre un violinista ruso y otro danés. Son lenguajes y métodos de trabajo ciertamente universales. Lo único que puede hacer distinto el trabajar en un país u otro es la cultura, no la nacionalidad en sí misma".Su método de trabajo con el grupo de actores de la compañía de Eusebio Lázaro es idéntico al que habitualmente realiza sin que la fórmula utilizada para los ensayos haya supuesto una especial novedad para los españoles. El máximo interés, apunta Eusebio Lázaro, es el gran conocimiento que Williams tiene de Shakespeare (ha puesto en escena sus obras en más de cincuenta ocasiones) y se ha creado una autodisciplina de trabajo que nadie ha tenido que sugerir porque todos participaban del mismo entusiasmo.
Clifford Williams, cuyo primer trabajo en el mundo escénico fue el de sastre de una compañía, dice que lo más interesante del trabajo en un país extranjero, en el que no está familiarizado con el idioma, como es el caso de España, es el entrar en relación con otra cultura diferente, a la que procura conocer y en la que adentrarse.
Al encargarse de la puesta en escena de este Ricardo III, asegura que no ha tenido en cuenta el hecho de que iba a ser vista por un público español. "Solamente he hecho los ajustes imprescindibles debidos a que se representa en un país en el que la mayor parte del público no tiene un conocimiento profundo de nuestra historia. Pero son ajustes que a veces hay que hacer también en el Reino Unido, porque tampoco allí se conoce detalladamente nuestra historia. En todo caso, se puede decir que no hay variaciones porque es mejor que la obra hable por sí misma, independientemente del país en el que se represente".
El director escénico inglés es un hombre aparentemente tranquilo ("en ningún momento se han producido tensiones", corrobora Eusebio Lázaro), que, por el contrarío, se apasiona sensiblemente cuando habla del teatro y, en concreto, de William Shakespeare. Fuma imparablemente. Después de apagar un habano enciende la pipa, a la que cuelga de los labios, y empieza a contar lo "interesante que le ha resultado el trabajo con los actores españoles, especialmente por el intercambio cultural". Asegura que no conoce a directores teatrales españoles, pero que está convencido de que alguno de ellos hubiera conseguido una buena puesta en escena de este Ricardo III que él ha dirigido en Madrid. "Lógicamente, con más trabajo y más dificultades", advierte, "porque yo llevo muchos años haciendo Shakespeare y es obvio que siempre tendré más recursos a mi alcance que alguien que no está familiarizado con este autor".
Añade después que está grata mente sorprendido por el interés que ha percibido por el teatro inglés en el medio profesional español. Y aquí sí que encuentra algunas diferencias. "Porque allí, durante mucho tiempo, se han creído (nos hemos creído) que éramos lo más importantes. Los que mejor teatro hacíamos. Que la Royal Shakespeare Company era el máximo objetivo profesional. Y esto ha sido así durante un tiempo pero ahora creo que no es verdad, que fuera del Reino Unido se hacen cosas muy interesantes, pero la mayor parte de nuestros profesionales aún no se ha enterado".
Por el contrario, Clifford Williams se pronuncia por un vitalismo cultural que le hace interesarse por todo aquello que pueda suponer el conocimiento de algo distinto y nuevo. No duda en interrumpir sus trabajos habituales, en los que puede dirigir a actores tan conocidos como Alec Guinness, Peter Ustinov, Glenda Jackson o lan McKellen, para aprovechar oportunidades de dirigir compañías de actores desconocidas para él.
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