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Las tareas realizadas por mujeres han sido siempre desprestigiadas socialmente

Rosa Rivas

Un repaso gráfico del trabajo femenino a través de la historia ha ocupado durante este mes la sala de exposiciones del Centro Cultural de la Villa de Madrid y permanecerá hasta el próximo 10 de abril. El Centro Feminista de Estudio y Documentación creado hace año y medio por unas 30 mujeres de distintos sectores profesionales, suscribe la iniciativa y trata de mostrar que "la división sexual del trabajo constituye un hecho histórico y obedece a causas sociales".

Las organizadoras de la exposición rechazan el criterio de los antropólogos que consideran dicha división como un hecho natural, derivado de las diferencias biológicas entre hombres y mujeres". Indican las integrantes del Centro Feminista que "sólo puede existir trabajo dentro de un medio social y únicamente en relación a este medio tiene sentido cualquier división del trabajo", y añaden que las tareas asignadas a las mujeres han sido siempre desprestigiadas socialmente".

Mujeres 'Inactivas'

Esta exposición, cuyas promotoras han tardado más de un año en prepararla, incluye unas mil fotografías, acompañadas de soportes textuales y estadísticos, así como diversos utensilios y una grabación de vídeo.Entre los datos aportados acerca los efectos negativos de una división del trabajo estrictamente por razón de sexo, las feministas resaltan el que más de seis millones de trabajadoras no estén consideradas población activa. Son las amas de casa, "que hacen un trabajo gratuito".

Otro hecho destacado en la sección dentro la muestra dedicada a la época actual es que las mujeres juegan un triple papel económico en la crisis: como válvula de escape de las graves tasas de paro, como oferta de mano de obra que acepta ocupa ciones marginales y de baja cualificación, y como compensadora mediante el trabajo familiar.

El sector servicios (administración, banca, sanidad, comercio, enseñanza, servicio doméstico) registra, a nivel mundial, el mayor índice de empleo femenino. En España, las mujeres representan -según los datos de 1982- el 64,49% de la población dedicada a este sector, pero la tasa general de actividad femenina española ha descendido en los últimos cuatro años, en tanto que la tasa de paro ha crecido del 5% al 18%.

Abanico de accidentes

Con respecto al trabajo diaméstico, la información recogida por el Centro Feminista de Estudios indica que "su carácter aislante, de confinamiento en el espacio, repercute negativamente en la salud del ama de casa". Se ha constatado que las mujeres que asumen más a fondo el papel tradicional de ama de casa (intuitivas, pasivas, buenas madres, dependientes,'débiles) son las que más desequilibrios presentan, y entre las mujeres casadas surgen más enfermedades mentales que entre los hombres casados.Por otra parte, las mujeres dedicadas a sus labores están expuestas a todo un abanico de accidentes domésticos, que, a pesar de su frecuencia, no están reconocidos como accidentes laborales o enfermedades profesionales. Esas 600.000 españolas estadísticamente inactivas, las mujeres sin otra actividad que la realizada en su casa, suelen sufrir quemaduras por aparatos eléctricos o líquidos calientes; heridas por corte de cristales, tijeras o cuchillos, o por explosión de combustibles; caídas de escaleras o sillas al tratar de liínpiar; electrocución; dermatitis y envenenamiento por ingestión de productos insecticidas, o tóxicos.

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Sobre la firma

Rosa Rivas
Periodista vinculada a EL PAÍS desde 1981. Premio Nacional de Gastronomía 2010. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense. Master en Periodismo Audiovisual por Boston University gracias a una Beca Fulbright. Autora del libro 'Felicidad. Carme Ruscalleda'. Ha colaborado con RTVE, Canal +, CBS Boston y FoolMagazine.

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