Rechazada una proposición del Grupo Popular en favor de la televisión privada

El Pleno del Congreso rechazó ayer la toma en consideración de la proposición orgánica de ley del Grupo Popular relativa al ejercicio del derecho a la libertad de expresión e información a través de la radiodifusión y de la televisión. A la propuesta del Grupo Popular se sumaron el PNV, la Minoría Catalana y el Grupo Parlamentario Centrista, mientras que los diputados comunistas se unieron al Grupo Parlamentario Socialista en el rechazo de la propuesta.Al término del largo debate, en el que se mezclaron razones jurídicas con argumentaciones técnicas, los socialistas pidieron que se pusiera a cero el marcador con el propósito evidente de dejar reflejado en la votación el peso de la presencia socialista en sus escaños, mientras que en los bancos de la derecha abundaban los claros. El resultado de la votación fue de setenta votos favorables, 165 en contra y tres abstenciones.

La defensa de la proposición de ley fue compartida por los diputados del Grupo Popular José Luis Ruiz Navarro y Rodrigo Rato. El primero invocó la Constitución y la interpretación que de ella ha hecho el Tribunal Constitucional, así como una obra del presidente de la Cámara, Gregorio Peces-Barba. La conclusión de su argumentación fue que debe adoptarse una decisión legislativa que regule la televisión privada. Rato razonó en favor de la proposición de su grupo con críticas al funcionamiento del ente público RTVE e invocaciones a la importancia que adquirirá la telemática en la década actual, en la que los medios clásicos de comunicación, como el teléfono y la imprenta, pasarán, según dijo, a ser piezas de museo.

El socialista Pedro Bofill calificó de sorprendente la vinculación que hace la derecha entre la existencia de democracia y la regulación de la televisión privada, ya que existen países con televisiones privadas que no son democráticos y otros con monopolio televisivo que sí lo son. Bofill señaló la conveniencia de citar al Tribunal Constitucional con corrección, ya que lo que realmente ha manifes,tado sobre la televisión privada es que "no está necesariamente impuesta por la Constitución, aunque tampoco, naturalmente, impedida, sino que se trata de una decisión política". Desde esta perspectiva, estimó que el PSOE no considera llegado el momento de regular la televisión privada, por razones técnicas, económicas y porque es posible el pluralismo con una televisión pública.

Antes de este debate, el Pleno había rechazado una proposición de ley de la Minoría Catalana sobre igualdad de la mujer trabajadora en las prestaciones de la Seguridad Social. La propuesta, que fue defendida por Josep Gomis, contra quien argumentó Alejandro Cercás, obtuvo veintisiete votos a favor, 197 en contra y 93 abstenciones.