Andalucía, con un alto índice de secularización, es la región con menos sacerdotes por habitante

Málaga, con un sacerdote por cada 5.691 habitantes, es la diócesis española con menos sacerdotes, seguida, a muy poca distancia, de Jerez y Cádiz. Andalucía es, por otra parte, una de las regiones en las que en los últimos diez años ha tenido mayor repercusión la secularización de sacerdotes, con un total de 350 aproximadamente, frente a 270 nuevas ordenaciones, Esta situación de crisis contrasta con la participación y la religiosidad del pueblo andaluz en la Semana Santa.En Jerez hay un sacerdote por cada 5.216 habitantes, y en Cádiz, uno por cada 4.460 habitantes. La media regional, con un sacerdote por 3.579 habitantes, está muy por debajo de la media nacional, que se sitúa en un sacerdote por cada 1.898 habitantes.

La diócesis de Málaga, incluida, Melilla, con 7.288 kilómetros cuadrados, 257 sacerdotes y una población de 1.300.000 personas, es la más desabastecida. Por el contrario, en la provincia se registra una proliferación de iglesias no católicas, con un total de veintiocho, más cuatro de testigos de Jehová.

Falta de sacerdotes en Málaga

La acusada falta de sacerdotes en Málaga coincide con el cierre del seminario de la ciudad, que, si bien no se clausuró definitivamente hasta finales de los setenta, ya en los años sesenta su existencia era bastante artificial, llegándose al caso de tener más profesores que alumnos. La crisis vocacional no sólo afectaba a los seminaristas, sino también a los sacerdotes encargados de su formación, que, prácticamente, todos son hoy padrel de familia. En el período comprendido entre 1976 y 1980, que coincide con el cierre definitivo del seminario, 151 sacerdotes de Málaga pasaron a la secularización.Además de 2.056 sacerdotes que hay en toda Andalucía, en la región están distribuidos 1.865 religiosos y 11.551 religiosas, de las que el 50%, aproximadamente, se dedica a la enseñanza.

Un tema importante, que vislumbra un futuro incierto para la actividad sacerdotal, es la edad media de los sacerdotes, situada en 52 años, al mismo tiempo que el 63% pasa de los 45 años.

Ello quiere decir que, de no producirse un retorno a lo religioso, conforme al ciclo vitaly a las estructuras actuales, dentro de dos dédadas el número de sacerdotes será tan exiguo que podrá afirmarse que los fieles que reciban asistencia sacramental serán unos privilegiados.