El juez ordena el ingreso en prisión de tres africanos implicados en la reyerta de Blanes

Tres de los cinco africanos detenidos por la Guardia Civil de Blanes a raíz de la reyerta que culminó el pasado domingo con la muerte de Rafael Cambón ingresaron anoche en la prisión de Gerona. En el Gobierno Civil, la alcaldesa y algunos mandos de la Guardia Civil se reunieron para estudiar los incidentes y limar las diferencias surgidas.

Acusados de un presunto delito de homicidio, ingresaron en prisión los senegaleses Haji Kebbeh, Mustafa Tunkara y Jariga Sillah, cuyas edades oscilan entre los 19 y los 21 años. Por la tarde, el juez de instrucción de Santa Coloma de Farners les tomó declaración. El joven Santiago Villar, que resultó herido en un pulmón durante la pelea, se recupera en la residencia de la Seguridad Social de Gerona, disipándose los temores de un empeoramiento de su estado.Durante la jornada de ayer la normalidad fue total en Blanes. La población africana circuló como lo hace habitualmente por las calles de la localidad y acudió a sus puestos de trabajo sin que se produjera ningún incidente. Todas las autoridades habían invocado el sentido común para evitar que "un desgraciado incidente de discoteca" se convirtiera en un conflicto racial.

A pesar de este ambiente sereno siguieron las especulaciones y rumores sobre los hechos. La mayoría de las versiones avalaban las afirmaciones efectuadas por la alcaldesa socialista, Maria Dolors Oms, desde el balcón del Ayuntamiento, cuando afirmó que la trágica reyerta se inició con la provocación de un muchacho blanco a uno de los africanos. En otros sectores se mantenía la opinión de que algunos de los blancos protagonistas de la pelea eran "personas habitualmente conflictivas".

Fuentes próximas a los implicados llegaron a afirmar que en el momento de iniciarse la acción ninguno de los africanos era portador de arma alguna, exceptuando un destornillador. Las mismas fuentes explicaban que los cuchillos utilizados en la reyerta los habrían esgrimido en primer lugar los blancos, a quienes les fueron arrebatados al iniciarse la pelea.

Para analizar los incidentes y para comentar las críticas sobre la actuación en el conflicto de las fuerzas de la Guardia Civil efectuadas por la alcaldesa, que habría mantenido un enfrentamiento con el oficial que las mandaba, se celebró ayer una reunión en la sede del Gobierno Civil de Gerona. El gobernador, Miquel Solans, calificó de "muy cordial" el encuentro mantenido en su presencia entre la alcaldesa y los responsables de la Guardia Civil en la zona.

Durante la noche de la pelea, María Dolors Oms se dirigió al responsable de la Guardia Civil, tras ser advertida por algunos vecinos que la detención de diversos miembros de la colonia africana para ser interrogados se estaba produciendo "con excesiva dureza".

En la reunión, la alcaldesa solicitó del gobernador civil y de las autoridades policiales presentes que se extremaran las medidas para garantizar los derechos reconocidos en la Constitución a cualquier detenido.