Altos Hornos del Mediterráneo
El asunto Rumasa ha echado una densa cortina de humo sobre otro grave problema que preocupa de manera especial a todos los valencianos: la posible desmantelación de los Altos Hornos del Mediterráneo. Si ésta se lleva a cabo quedarán sin trabajo unos 3.200 obreros, y familias enteras que dependían directa o indirectamente de esta industria se vendrán trágicamente abajo.La población de Sagunto y su puerto es de 57.840 habitantes -datos de 1980-, y si la decisión del Gobierno se lleva a cabo se producirá un grave empobrecimiento de la zona, ya que, al no tener capacidad para absorber a los desempleados, se vendrá a producir un triste e inevitable éxodo de muchas familias hacia otros lugares del país.
De nada parece haber servido el informe Kawasaki y la afirmación contenida en éste de que el Mediterráneo es el lugar idóneo para sacar adelante la industria siderúrgica.
De nada parece servir tampoco la unión del pueblo saguntino -por encima de partidos e ideologías-, que está aunando sus postreras fuerzas para hacerse oír definitivamente.
Que todos sepan que Sagunto hoy es un polvorín de indignación a punto para la gran traca. Cuando los motivos son de supervivencia, las razones políticas se vuelven incomprensibles. Más aún cuando todo parecía indicar que la instalación del TBC en Sagunto beneficiaría a toda la siderurgia española.
Valencia está dispuesta a ir donde sea para defender lo que le que
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