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La deuda exterior española ascenderá a 600.000 millones de pesetas a finales del presente año

El endeudamiento exterior de la economía española durante 1983 se situará en torno a los 4.550 millones de dólares (cerca de 600.000 millones de pesetas), según nuevas estimaciones que realiza la Administración. En las últimas semanas se han modificado las previsiones existentes en materia de amortizaciones de la deuda externa española, aunque se siguen manteniendo las expectativas de que el déficit de la balanza por cuenta corriente se coloque en 3.000 millones de dólares.

Como las amortizaciones de la deuda exterior se cifran en 2.600 millones de dólares para este año, el incremento de la deuda viva que habrá a diciembre próximo estará alrededor de los 1.500 millones de dólares. El reparto entre sector público y sector privado será prácticamente al 50%.Las previsiones sobre el déficit de la balanza por cuenta corriente, especialmente la parte correspondiente a la balanza comercial, se basan en un precio medio del barril de petróleo de 32 dólares que puede variar, si se mantienen las tendencias a la baja actualmente existentes. El déficit previsto podría, por tanto, descender si la reducción del precio medio del barril fuera suficiente como para compensar los numerosos compromisos existentes de comercio de Estado en la adquisición de petróleo y los contratos ya firmados con precios anteriores. Ello tendría una repercusión directa sobre las necesidades de endeudamiento exterior para mantener el equilibrio en la balanza de pagos, que se ajustaría con un ligero descenso en el nivel de reservas de divisas próximo a los 300 millones de dólares.

Con estas cifras, y teniendo en cuenta que las amortizaciones de la deuda externa pendiente se sitúan en 2.600 millones de dólares, no parece desproporcionada la cifra de 4.550 millones de dólares como nuevo endeudamiento para compensar este déficit, si se mantiene al tiempo el saldo positivo entre inversiones extranjeras en España y viceversa. De los 2.600 millones de dólares que se tendrán que dedicar a pagos de intereses y devolución de principal durante 1983, 1.900 corresponden a obligaciones del sector privado y setecientos millones al sector público.

El cuadro de salida al exterior que en estos momentos tiene perfilada la Dirección General del Tesoro y Política Financiera da una mayor prioridad al sector público en la búsqueda de estos recursos, aunque se confía en que las empresas privadas, especialmente eléctricas, cumplan durante este año en mayor medida que en 1982, en el que redujeron prácticamente a la mitad su endeudamiento en divisas respecto a las primeras previsiones que habían realizado. Para ello confían en que, a pesar de la devaluación, los diferenciales existentes entre los tipos de interés internos y externos se mantengan para hacer atractiva la salida al exterior.

1.100 millones para el Reino

Según estas previsiones, que se hacen apostando por un mantenimiento medio del tipo de cambio de la peseta respecto al dólar sobre el valor fijado en la devaluación del pasado seis de diciembre, el Reino de España saldrá a buscar la mitad de los recursos que necesite el sector público. Ello supondrá un ligero aumento sobre 1982, ya que en el año actual se van a concertar operaciones por valor de 1.100 millones de dólares, mientras que en el pasado ascendieron a 975 millones. El número de operaciones que se quieren instrumentar es similar al de 1982 -ocho-, aunque habrá una que comprometerá la obtención del 40-50% del total.

Los aproximadamente 500 millones de dólares de esta operación se gestionarán en el mercado del eurodólar, que sigue siendo el más importante de todos y el más accesible. En medios de la Administración se considera que dicha operación podría llevarse a cabo en torno al verano ya que en la actualidad se ha puesto en marcha una de 200 millones de dólares en floating rate notes, y acaba de finalizar otra en el mercado japonés por 10.000 millones de yens, equivalentes a 40 millones de dólares.

El resto del endeudamiento del sector público correrá a cargo del Instituto de Crédito Oficial, al que en un primer momento se quería que saliera en busca de cerca de 600 millones de dólares, aunque la cifra final parece haberse reducido en torno a los 500-550 millones; del INI -con sus empresas eléctricas Enher y Endesa- y de Renfe.

Ordenar las salidas

La fusión de las dos direcciones generales que hasta ahora entendían en materia de financiación exterior tiene como objetivo prioritario ordenar desde el punto de vista español las salidas para que no vuelva a ocurrir lo que en los dos primeros meses de 1983. En este tiempo ha habido un exceso de "papel" español en los mercados internacionales.

Al tiempo se quiere que alguna empresa pública, se piensa en Renfe, acuda al "mercado doméstico" norteamericano. Como se quiere que esta salida al mercado a corto plazo lo sea sin el aval de algún banco norteamericano, es necesario que la compañía de ferrocarriles obtenga un raiting, o clasificación que otorgan empresas especializadas estadounidenses, que le permitiría llevar a cabo una primera emisión de tanteo. Aunque esta clasificación no es absolutamente preceptiva -empresas mexicanas han estado acudiendo a este mercado en medio de la renegociación de la deuda azteca- se considera que sería imposible para una compañía española, desconocida para los inversores norteamericanos, lograr hacer una emisión sin él y sin contar con un aval bancario.

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