Argentina elegirá un Parlamento democrático el próximo 30 de octubre

El general Reynaldo Bignone, presidente del Gobierno militar argentino, dio a conocer esta madrugada a todo el país en un mensaje difundido por la Cadena Nacional de Radio y Televisión el calendario electoral. Los comicios generales se celebrarán el domingo, 30 de octubre de 1983.La exposición de Bignone estuvo dividida en tres partes. La primera, llamada "de reconocimiento y elección de autoridades", establece como fecha tope para el cierre de las inscripciones de los distintos partidos políticos, el 30 de marzo. El 30 de abril se difundirá el proyecto de ley electoral. Él 30 de mayo será el cierre del registro electoral y el 30 de junio se dará por finalizada la reorganización de. los partidos, a la vez que se sancionará la ley electoral y se convocarán las elecciones generales.

En la segunda parte, llamada "de elecciones internas de candidatos", se prevén las convocatorias y leyes electorales provinciales para el 31 de julio y la oficialización de las listas de candidatos cincuenta días antes de las elecciones.

En el último capítulo de la intervención de Bignone, denominada "de la campaña electoral", se ordenan las siguientes etapas: el 30 de agosto para la impresión definitiva del padrón electoral y 30 días antes de las elecciones, la oficialización definitiva de las papeletas.

Un largo interregno

La entrega del poder se concretaría en un término estimado entre los sesenta y noventa días. En todos los casos se aclaró que las fechas pueden tener una variación de entre diez y catorce días.La Constitución nacional no será modificada y la elección del nuevo presidente se realizará en forma indirecta, a través del Colegio Electoral, cuyos miembros son los elegidos en las urnas.

Las elecciones se llevarán a cabo en un solo día y se adoptará el sistema D'Hont, el mismo utilizado en las últimas elecciones generales españolas, para la designación proporcional de los diputados.

Todos los sectores políticos coincidieron en señalar estos meses de transición como el tramo más difícil para la institucionalización del país. A partir de este anuncio oficial, se inicia ahora en Argentina la cuenta atrás para el Gobierno militar instaurado a raíz del golpe de Estado de 24 de marzo de 1976. Un proceso conocido como de reconstrucción nacional que se constituyó en el más largo y penoso en la historia de los períodos no constitucionales del país.

Antes de la convocatoria, la Junta Militar deberá dar respuesta a problemas inmediatos ante los que debe asumir su responsabilidad. Entre ellos se encuentran el tema de los desaparecidos -sobre el que se espera un documento oficial el mes próximo con el que se pretende terminar con todos los casos-; la aceptación de la mediación papal en el conflicto limítrofe con Chile por el Canal de Beagle; la investigación sobre el desmesurado e inexplicable crecimiento de la deuda externa, y la sucesión de conflictos sociales y gremiales que se anuncian, son cuestiones que pueden abrir todavía abismos insalvables entre militares y civiles.