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El Consejo de Seguridad escucho acusaciones de EE UU sobre supuestos planes libios para atacar a sus vecinos

Estados Unidos y Sudán intensificaron ayer sus ataques verbales contra Libia, una de las bestias negras de Washington, poniendo en evidencia el riesgo de una escalada militar en la costa sur del Mediterráneo. El presidente de Sudán, Jaafar el Numeiri, reveló ayer que Libia tenía prevista una agresión contra su país para el pasado viernes día 18, pero el coronel Muamar Gadafi retrasó, en el último momento, la acción por uno o dos meses. La embajadora norteamericana ante las Naciones Unidas, Jane Kirkpatrick, denunció en un vigoroso discurso ante el Consejo de Seguridad, las amenazas libias contra sus vecinos, y particularmente contra Chad.

El presidente Numeiri aseguró en una conferencia de Prensa en Jartum, en la que participó también su homólogo egipcio, Hosni Mubarak, que sus propios agentes en Libia le informaron que un barco cargado de armas se dirigía a Sudán por el canal de Suez. El barco fue interceptado en el Mar Rojo por las autoridades sudanesas, pero no se ha informado de la nacionalidad de sus ocupantes. Los presidentes de Egipto y Sudán han celebrado en Jartum una reunión del Consejo de Integración entre los dos países.El diario The New York Times ha ofrecido una versión de la crisis según la cual el plan norteamericano consistía en dejar a las fuerzas libias atacar Sudán para lanzar a continuación una fuerte respuesta a fin de destruir el mayor número posible de armamento y material militar libio. En ausencia del ataque de las tropas del coronel Gadafi, el plan preveía demostrar que una rápida ayuda militar de Estados Unidos a Egipto había disuadido a Libia de todo intento de agresión.

Amenaza frenada

La embajadora norteamericana en la ONU se refirió ayer a este aspecto y dijo que el despliegue de la fuerza militar norteamericana parecía haber alcanzado sus frutos y que la amenaza libia contra Sudán ha sido frenada.Jane Kirkpatrick acusó a Libia, en una reunión del Consejo de Seguridad solicitada por Libia, de desarrollar una política exterior violenta y hostil. Aseguró que, en estos momentos, las intenciones de Trípoli respecto a Chad son el problema de "mayor inquietud".

Según Kirkpatrick, numerosos disidentes chadianos han recibido entrenamiento militar en Libia, han sido armados y enviados de nuevo al norte de Chad.

El episodio "más inquietante", explicó la embajadora norteamericana, ha sido el despliegue, a mitad del pasado mes de enero, de una docena de aviones libios SU-22 en la banda de Auzu, al norte de Chad, aparentemente para apoyar los ataques de los disidentes contra "el Gobierno y centros urbanos chadianos". Un equipo de unos 80 consejeros militares libios, con base en una república africana "ayudan a otros disidentes chadianos en ese país", según la representante de Estados Unidos. Antes de la intervención de Jane Kirkpatrick tomó la palabra el embajador libio, Ali Triki, quien acusó a Estados Unidos de llevar a cabo una política de agresión contra Libia desde 1969 y de haber violado en innumerables ocasiones el espacio aéreo y marítimo libio desde 1975. Triki rechazó las acusaciones de intervención en Sudán y Chad y afirmó que su país "no tiene ningún deseo de inmiscuirse en los asuntos de sus vecinos".

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La embajadora norteamericana respondió a Triki con la siguiente frase: "Estados Unidos no ha cometido ninguno de los actos de los que el Gobierno libio le acusa. No ha enviado ningún avión de ataque a la región, ni violado ningún espacio aéreo libio. Ninguno de los aviones del portaviones Nimitz ha entrado en las aguas o el espacio aéreo sobre el que los libios dicen tener jurisdicción, aunque tenemos derecho a surcar esas aguas jurídicamente reconocidas como internacionales. Tenemos también derecho a efectuar maniobras con Gobiernos amigos".

Confirmación sudanesa

El representante de Sudán, Abdel Rhaman Abdalla, confirmó la existencia de un compló libio contra su país y defendió el envío por parte de Estados Unidos del portaviones Nimitz y de cuatro aviones radares AWACS. Anunció también que su Gobierno ha tomado medidas preventivas "en cooperación con países amigos y fraternos". El embajador egipcio, Ahmed Jalil, afirmó, en su intervención ante el Consejo de Seguridad, que su país está "firmemente decidido a proteger a Sudán" en respuesta a cualquier solicitud procedente de Jartum.La crisis libio-norteamericana, desatada la pasada semana, ha provocado, simultaneamente al incremento de la tensión militar en la región afectada, rumores en Washington sobre las dificultades a que se enfrenta el presidente Ronald Reagan para coordinar la acción de su Gobierno en política exterior, según la agencia France Presse. El conflicto de competencias sobre quién dice qué respecto a los conflictos internacionales ha dado lugar, en relación con, la crisis con Libia, a informaciones contradictorias procedentes al mismo tiempo de la Casa Blanca, el Departamento de Estado y el Pentágono.

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