21 años de expansión sin límite
Rumasa se constituyó en mayo de 1961 en Jerez de la Frontera, bajo la advocación de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Su símbolo, una abeja dentro de un hexágono, se eligió "porque los numerosos puntos de unión entre el complejo número de las abejas se aglutinaban con el activo y dinámico quehacer de nuestra empresa", en palabras de José María Ruiz-Mateos, presidente del holding.
La vocación de banquero de Ruiz Mateos fue precoz. A los doce años de edad, en Jerez de la Frontera, mientras sus compañeros jugaban a las canicas, José María ponía en marcha su primer banco, al que llamó Jumarasa. "Se trataba", confesó una vez, "de una pequeña caja de madera en la que depositaban sus ahorros mis hermanos y mis amigos; luego, concedía con ellos créditos a mis compañeros de colegio".
En 1961, coincidiendo con la década del desarrollo, comenzó, con 300.000 pesetas y siete empleados, un negocio de exportación de vinos. A partir de aquel momento el crecimiento del grupo sería imparable. Aquellas 300.000 pesetas iniciales pasaron a ser cien millones en 1965, mil millones en 1968 y el doble -2.000 millones- tan sólo un año después. Hoy el holding más importante de España abarca a dieciocho entidades bancarias y otras cuatrocientas empresas -con presencia en casi todos los sectores económicos-, emplea a 60.000 trabajadores y su facturación anual ronda los 350.000 millones de pesetas, de los que aproximadamente el 25% corresponde a la división bancaria. Sus últimas adquisiciones han sido Galerías Preciados, Fidecaya, Marcol y la cadena de almacenes Sears.
José María Ruiz-Mateos, profesor mercantil, nacido en Rota hace 52 años, tercer hijo de un comerciante de vinos y padre, a su vez, de trece hijos, siempre ha afirmado que, detrás de él, sólo hay trabajo y dedicación. "Rumasa", ha declarado, "está financiada al ciento por ciento por los hermanos, sin que intervenga capital ajeno alguno. Desde luego, el Opus no nos financia nada".
En 1981, con motivo del vigésimo aniversario, Ruiz-Mateos escribía en la memoria conmemorativa: "Al hacer balance de los veinte años transcurridos, podemos mostrar un saldo decoroso: hemos construido sobre cimientos suficientemente sólidos, que nos brindan seguridad en el presente".
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