Boyer anuncia un reforzamiento de las facultades sancionadoras que permitirá que los evasores de divisas vayan a la cárcel

El Gobierno va a plantear al Congreso en fecha inmediata la elevación al rango de orgánica de la vigente ley de control de cambios, para reforzar sus facultades sancionadoras, ya que en estos momentos existen dudas razonables sobre la posibilidad de enviar a prisión a quien evade divisas", según anunció ayer Miguel Boyer en el Congreso.El ministro de Economía y Hacienda, por otra parte, detalló los objetivos de política monetaria, aunque se negó "por elemental prudencia" a hacer público el denominado presupuesto monetario. Fijó en un 13% (en una banda de dos puntos arriba, dos puntos abajo) el incremento de disponibilidades líquidas para 1983. Esta tasa corresponde a un 14% en términos de medias anuales. "En realidad, de acuerdo con las previsiones básicas sobre crecimiento real y precios, y teniendo en cuenta la reducción prevista en la tasa de inflación, el crecimiento de las disponibilidades líquidas a lo largo del año debería situarse en torno al 14,5% si no estuvieran en desarrollo rápido otros activos líquidos sustitutivos de depósitos". La tasa del 13% en las disponibilidades supone, según el ministro, un crecimiento cercano al 16% en los activos líquidos totales en poder del público, y un incremento del 15,5% en el crédito al sector privado y público.

El déficit del sector público se situará en 1,35 billones de pesetas para las operaciones no financieras, en términos de Contabilidad Nacional, cifra que se traducirá en 1,24 billones de pesetas en términos de caja. Las necesidades totales de financiación del sector público se estiman en 1,37 billones con un saldo del crédito oficial de 133.000 millones de pesetas. Estas necesidades de financiación requieren un incremento del 33% en el crédito interno concedido al sector público. La apelación al Banco de España se elevará a. 950.000 millones de pesetas (752.000 millones en 1982). Los créditos al sector privado, considerando activos líquidos no monetarios, puede ascender al 15,3%.

El crecimiento del crédito oficial en 1983 se prevé que será del 20%, alcanzando un importe global de 435.000 millones, de los cuales 140.000 serán destinados a créditos a la exportación. Este último renglón debe incrementarse con aportaciones sustanciales de las instituciones privadas de crédito, para lo cual el actual sistema de financiación se complementará con otro basado en una subvención que compense a las entidades financieras de la diferencia entre el coste de los fondos tomados y el rendimiento obtenido.

En cuanto a funcionamiento, anunció que se mejorará la coordinación entre las distintas entidades financiera públicas y se simplificará el sistema de ayudas a los sectores productivos.

El ministro insistió en que la presión fiscal sólo va a aumentar un punto en 1983 y que el incremento de recaudación se logrará fundamentalmente por lucha contra el fraude. Anunció una modificación progresiva de la tarifa de Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y un ligero incremento en el Impuesto de Sociedades (que se compensará con incentivos a la inversión) y del Patrimonial.