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La OLP se limita a reclamar un Estado en Cisjordania y Gaza, con Jerusalén como capital

El presidente del Consejo Nacional Palestino (Parlamento en el exilio), Jaled al Fahun, declaró ayer en Argel que "el Estado independiente palestino", será creado "en Cisjordania y Gaza" y tendrá como "capital Jerusalén". Esta declaración supone, al no ponerse en discusión otros territorios ocupados por Israel antes de 1967, un paso espectacular de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en la dirección de reconocer al Estado judío. Confirma al mismo tiempo según informa desde Argel nuestro enviado especial Ignacio Cembrero, la impresión de que la posición del máximo dirigente palestino, Yasir Arafat, va a salir reforzada de esta reunión.

Es la primera vez que un dirigente palestino define públicamente los límites territoriales de un eventual Estado palestino. Las declaraciones de Fahun, en el curso de un conferencia de Prensa celebrada ayer en Argel, donde el máximo órgano decisorio de la resistencia palestina se reune desde el pasado lunes, dejan sin base los argumentos de que la OLP podría hacer valer unos derechos sobre otros territorios, a parte de los mencionados explicitamente por el presidente del Consejo Nacional.La declaración de Fahun, que ha sido reelegido por unanimidad en su cargo, deben ser expresadas en un texto oficial aprobado por el Consejo Nacional (CNP).

El presidente del Parlamento palestino anunció también la llegada inminente a Argel de una delegación de tres "judíos norteamericanos", cuya identidad no ha sido revelada.

Jaled al Fahun consideró, por otra parte, que el plan aprobado en la cumbre árabe de Fez es "conforme a las precedentes resoluciones del CNP, y ha sido ya adoptado por la OLP". "El punto siete de ese plan", que prevé el derecho de todos los Estados de la región a vivir en paz, "significa una paz justa, la realización de los derechos nacionales del pueblo palestino, particularmente el derecho a un Estado en Cisjordania y Gaza con Jerusalén como capital", contestó e presidente del CNP a una pregunta sobre la interpreteación de la OLP del plan de Fez.

El 20% de Palestina

Precisando que ese eventual Estado ocuparía el 20% del territorio de la Palestina del mandato británico, Fahun declaró que la OLP no quiere "destruir ningún Estado, ni arrojar a nadie al mar", pero que, al mismo tiempo, los palestinos "no quieren ser destruidos ni arrojados al desierto".El presidente del CNP dijo, en relación al Gobierno de Menájen -Beguin y el informe de la comisión israelí que investigó las matanzas de Sabra y Chatila, que la central palestina "no reconocerá a un Gobierno movido por una política expansionista y racista". Aseguró también que el presidente de la OLP, Yasir Arafat, será reeligido en su cargo "con más fuerza que nunca".

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La cohesión de la resistencia palestina y la posición de su máximo líder van a salir aparentemente fortalecidas de la sesión del Consejo Nacional Palestino (CNP., Parlamento en el exilio), que actualmente se celebra en Argel. Yasir Arafat no va a disponer, sin embargo, de la suficiente libertad de maniobra como para poder aceptar las condiciones puestas por Washington para iniciar una negociación.

Al término, ayer, de la tercera jornada de trabajo del CNP, indicios concordantes recogidos en conversaciones informales con responsables palestinos indican que las resoluciones que probablemente se aprobarán a finales de semana confirman la opción predominantemente diplomática, en detrimento de la militar, de la OLP.

Esta línea diplomática conciliadora no llega, sin embargo, a satisfacer las exigencias norteamericanas para entablar un diálogo con la OLP, y al menos que la Administración del presidente Ronald Reagan dé un nuevo paso -cosa poco probable cuando en noviembre empiece la campaña electoral-, cualquier negociación de paz parece, por ahora, descartada.

La multiplicación, tras la evacuación palestina de Beirut, de los encuentros entre Yasir Arafat y el rey Hussein de Jordania, quien a su vez ha viajado a Washington para entrevistarse con Reagan, autor de un plan de paz para Oriente Próximo presentado en septiembre, había suscitado la esperanza de que después de tantos años de conflictos algo se estaba gestando para buscar por fin una solución negociada.

Durante la última visita a la Casa Blanca del monarca hachemita, a finales de diciembre, quedó definitivamente establecido que Washington sólo aceptaba discutir con él y con una delegación jordano-palestina cuyos miembros palestinos no tuviesen vinculación alguna con la OLP.

Hussein y Estados Unidos

En claro, esta organización tendría que mandatar al rey Hussein para que negocie en su nombre con Estados Unidos e, indirectamente, con Israel, cuyo Gobierno ha rechazado tajantemente el plan Reagan, pero se muestra dispuesto a abrir conversaciones con Arriman."Aprobarernos resoluciones que insistan en que la OLP es el único representante de los palestinos y que no permitan a ningún lider árabe representarnos o hablar en nuestro nombre", afirmó ayer, en una conferencia de Prensa, Jales el Fahum, presidente del CNP, dando con estas palabras una respuesta-indirecta a las exigencias norteamericanas.

Otra fórmula estudiada en Argel consistiría, según fuenies generalmente bien informadas, en renunciar a formar una comisión jordano-palestina para otorgar poder negociador al llamado comité de los siete, creado en la cumbre árabe de Fez en septiembre.

Sentarse a negociar

Pero el problema sigue subsistiendo, al estar integrado este comité por un miembro destacado de la OLP, con la que los representantes de la Administración norteamericana se niegan a sentarse en la misma mesa mientras no haya reconocido explícitamente a Israel, punto que suscita los suficientes enfrentamientos internos en la resistencia palestina como para que ninguno de sus dirigentes, en contra de lo anunciado, se haya atrevido a plantearlo al CNP.La dirección palestina es, en cambio, partidaria ahora de un reconocimiento mutuo OLP-Israel, del que el Gobierno hebreo no quiere oír ni hablar.

De poco sirve entonces que los moderados, como Arafat, y los radicales y prosirios hayan llegado a un compromiso para no rechazar rotundamente el plan Reagan y declararlo solamente inaceptable porque de todas formas las propuestas norteamericanas tienen escasas posibilidades de empezar a ser debatidas por falta de acuerdo sobre las modalidades de negociación. Según Isam Sartaui, "sería mejor que no nos definiésemos en este CNP ante las propuestas de Reagan".

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