Propuesta de la Generalitat de Cataluña para regular la venta y promoción por correspondencia en España
El Departamento de Comercio y Turismo de la Generalitat de Cataluña ha elaborado una propuesta sobre "los aspectos que debería contemplar una normativa reguladora de la venta y promoción por correspondencia", con el fin de que sean estudiados y recogidos en la nueva legislación que se va a elaborar a nivel de todo el Estado. La propuesta ha partido de una comisión creada para estudiar la problemática del sector, en la que han estado representadas las asociaciones de consumidores, la Asociación de Venta y Promoción por Correo y Autocontrol de la Publicidad, además de la Administración.
El hecho de que la propuesta parta de la Generalitat se debe a que en Cataluña se realizan más del 80% de las ventas por correo que se producen en toda España. La necesidad de crear una reglamentación que regule este tipo de ventas se debe a la serie de irregularidades que se han encontrado en esta modalidad comercial, debido sobre todo a la falta de un control por parte de la Administración. Esto ha motivado que proliferaran los apartados de correos fantasmas, tras los que se escondían vendedores anónimos que ofrecían, a través de catálogos o de las revistas del corazón, los productos más variopintos, que pueden ir desde una pulsera curalotodo hasta toda una amplia gama de objetos eróticos.Aunque el proyecto de ley del Consumidor presentado por el PSOE, cuando todavía era oposición, recoge en uno de sus capítulos la regulación de las ventas especiales, la actual propuesta presentada por la Generalitat de Cataluña intenta normalizar de manera concreta las ventas por correo, por ser el tema que les afecta más directamente y en el que se mueven millones de pesetas de forma casi clandestina. Por todo ello, tras definir el concepto de venta por correspondencia, siguiendo el Código de la Cámara de Comercio Internacional, ha entrado en otro tipo de temas que puede recoger la nueva legislación.
El concepto de venta por correspondencia, establecido por la Cámara de Comercio Internacional y recogido por el Instituto Nacional de Racionalización y Normalización (IRANOR), define este tipo de venta como "el método de comercialización que ofrece al consumidor la posibilidad de encargar directamente a través del correo, teléfono u oficina de recogida de pedidos, las mercancías o servicios previamente ofrecidos a través de un catálogo, revista, periódico, folleto u otro tipo de promoción impresa o audiovisual". De hecho, es un sistema de venta que se viene utilizando de forma masiva en países de Europa y en Estados Unidos, sobre todo, de manera sistemática y controlada. En nuestro país, donde existe una Asociación de Venta y Promoción por Correo que funciona comercialmente de manera seria, la penetración en este mercado de vendedores y objetos semiclandestinos ha obligado a definir también el tipo de productos.
La propuesta de la Generalitat establece la obligatoriedad para los vendedores de tener la debida documentación de los productos, donde se acredite la procedencia de los mismos, así como su exhibición de cara a los inspectores.
Y se pide que se prohiba, de forma expresa, la promoción y venta por correspondencia de toda clase de productos eróticos o pornográficos, así como de cualquier producto paramédico al que se le atribuyan efectos sobre la actividad sexual del hombre y la mujer.
De cara al consumidor, que no ha tenido acceso directo a los productos ofertados, se contempla la posibilidad de poder desistir de su compra en caso de disconformidad con dichos productos. Para ello se proponen varias modalidades: por ejemplo, que el Consumidor pueda cancelar su pedido en los cuatro días hábiles a partir de la fecha de recepción del producto y que la empresa suministradora esté obligada a hacerse cargo de la mercancía devuelta y a reintegrar el importe de la misma, en un plazo de quince días hábiles. Para el caso de objetos como libros, casetes, películas, vídeos y discos se prevé que la cancelación sólo se pueda hacer en caso de no corresponder a lo pedido.
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