Washington espera mayor flexibilidad de Tel Aviv si dimite Sharon
La posible dimisión del ministro de Defensa de Israel, Ariel Sharon, junto a la eventualidad de elecciones anticipadas, podría contribuir a una mayor flexibilidad de Israel en la propuesta de paz para Oriente Próximo, lanzada por el presidente norteamericano, Ronald Reagan, el 1 de septiembre de 1982. Tal es la lección que deducen altos funcionarios de la Administración Reagan de la crisis que se ha creado en Tel Aviv tras el informe de la comisión especial, que concretó las responsabilidades en la matanza de palestinos de los campos de Chatila y Sabra."No hay ningún comentario". "Es un asunto interno". "Es una prueba de la vitalidad de la democracia en Israel". Estos fueron los tópicos en que se escudan los portavoces de la Casa Blanca y del Departamento de Estado cuando la Prensa pretende obtener un comentario oficial sobre la crisis política israelí.
El propio presidente Ronald Reagan fue también evasivo ante un grupo de editorialistas de la Prensa estadounidense. "Es una prueba de sólida democracia y se trata de un asunto interno en el que creo que no debemos meternos", dijo el presidente.
Este concepto de que sólo en un sistema político democrático pueden pedirse responsabilidades por errores de gestión, en este caso el de la tolerancia del Ejército israelí, que permitió la matanza de centenares de palestinos por parte de las falanges libanesas, predomina también a la hora de que los líderes de la potente comunidad judía norteamericana se pronuncien sobre la tumultuosa situación política israelí. En idénticos términos opinó el ex secretario de Estado Henry Kissinger.
Pero, al margen de las reservas protocolarias de rigor, los medios políticos estadounidenses siguen al minuto la evolución de la crítica situación política en Tel Aviv. En realidad, los analistas de la Administración Reagan trabajan ya, desde hace tiempo, bajo la perspectiva de un probable relevo del primer ministro Menájem Beguin al frente del Gobierno de Israel. Su posible cambio se interpreta como una ventana abierta al desbloqueo de las negociaciones de paz propuestas por Reagan, actualmente se encuentran paralizadas.
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