Los créditos directos del FORPPA podrán aumentar un punto

La situación financiera del Fondo de Ordenación y Regulación de Precios y Productos Agrarios (FORPPA) es grave, en opinión de su presidente, Julián Arévalo, tanto por los excedentes de productos existentes como por el hecho de que este organismo está cubriendo funciones que no le corresponden y que se tratan de modificar a medio plazo. Una política de reducción de excedentes y comprometer a las instituciones financieras privadas en la financiación de las campañas agrícolas son los objetivos que se proponen. Los créditos del FORPPA podrían subir un punto en la próxima campaña.

La cantidad de dinero de la que podrá disponer el FORPPA durante 1983 se eleva a 200.000 millones de pesetas, correspondientes al importe de la póliza de crédito que el organismo tiene a si nombre en el Banco de España En 1982 se situó en 175.000 millones de pesetas y, a pesar de la reticencias del Banco de España la Administración ha decidido elevar el importe hasta los 200.000 millones de pesetas. El tipo de interés al que el banco emisor presta al FORPPA es el básico, en la actualidad fijado en el 8%. Como ingresos adicionales a esta póliza, el presidente del FORPPA estima que se recibirán entre 15.000 y 20.000 millones de pesetas de subvenciones presupuestarias.Con estos recursos el FORPPA compra los excedentes de productos agrarios que no tienen salida al mercado y financia las campañas de algunos productos, aplicándoles un tipo de interés del 9% a los créditos que concede. La situación financiera es grave en estos momentos, dado el elevado volumen de excedentes existentes. En la actualidad se tienen almacenados 150 millones de kilos de aceite de oliva, a los que habrá que añadir, casi con toda seguridad, 200 millones más, ya que la campaña 1982-1983 se cifra en 575 millones de kilos, una de las mejores de los últimos tiempos.

Los expertos del FORPPA consideran que esta situación se debe a tres causas. Por un lado, el descenso habido en la exportación de aceite de oliva a los mercados internacionales. En segundo lugar, por la caída del consumo interno a consecuencia del elevado precio del aceite de oliva en España, que ha hecho variar los hábitos de consumo del conjunto de la población, anteriormente inclinada hacia este tipo de aceite. Por último, la importante cosecha de esta campaña no hace sitio aumentar las dificultades de colocación del producto. Los 150 millones de kilos de aceite de oliva almacenados en la actualidad tienen un valor aproximado de 23.000 millones de pesetas.

El resto de productos que actualmente tiene el FORPPA, en cantidades muy por encima de lo normal, se concentra en el alcohol vínico, del que existen trescientos millones de litros que no tienen salida -cuyo valor es de unos 50.000 millones de pesetas- y 45 millones de kilos de carne, que arrojarían unas péridas cifradas en 10.000 millones de pesetas si se efectuara su venta en estos momentos. Al tiempo, hay excedentes de trigo e incluso de azúcar, siendo la primera vez que se produce esta situación con este producto.

Reducción de excedentes

Las soluciones que los nuevos responsables del FORPPA manejan en la actualidad pasan por una reducción de excedentes mediante la búsqueda de nuevo mercados a partir del comercio Estado-Estado y promoviendo una reestructuración productiva, especialmente en el sector azucarero y en el viñedo. En opinión de estas fuentes, es imprescindible la remodelación del sistema productivo azucarero, haciendo que cada parte interesada cumpla con sus responsabilidades, al tiempo que hay que reforzar la inspección sobre nuevas plantaciones de viñedo que se están llevando a cabo a pesar de la prohibición existente.Pero donde ponen el acento para arreglar la situación financiera es en la reordenacion de los instrumentos puestos en marcha y en la clarificación de las funciones que tiene que cumplir el FORPPA. Así, se entiende que hay que tender a sustituir las subvenciones por créditos, intentando que éstos se acerquen a los precios de mercado. Las subvenciones deberían darse, para lograr una reforma de estructuras y en cualquier caso, y mientras los créditos sean a tipos de ínterés por debajo de los que el agricultor podría conseguir en el mercado, deberán discriminarse entre los distintos tipos de propletarios y en función de que realmente se utilicen para aquello para lo que son solicitados. Se tiene la impresión de que son numerosos los agricultores que reciben créditos al 9% de interés, que colocan como depósitos en instituciones financieras privadas, por los que obtienen una remuneración mayor.

La política de disminución de los recursos utilizados por el FORPPA en financiar campañas exige intentar una mayor participación de las instituciones privadas. Para ello, y dentro del intento de que el precio del dinero para el campo esté por debajo del del mercado en general, se intenta potenciar la presencia de sociedades de garantía recíproca específicas del sector agrario, para lo que se incrementará el peso de las ya existentes a nivel nacional, aunque no se descarta la creación de alguna nueva. La existencia de avales proporcionados por estas sociedades abaratará el precio de los créditos al campo.