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Proteccionismo arancelario y planificación pública, claves del Plan Nacional Electrónico, e Informático

El Gobierno socialista enviará a las Cortes el próximo mes de junio una serie de proyectos para desarrollar normativamente las recomendaciones del Plan Electrónico e Informático, cuyos trabajos están prácticamente ultimados por la comisión creada al efecto hace un año. La redacción del plan, que será aprobada definitivamente el próximo jueves y presentada oficialmente en breve al Gobierno (oficiosamente, el Gabinete conoce desde hace semanas su contenido), prevé la utilización del sector público como motor de planificación y desarrollo del futuro de la industria electrónica e informática nacional, recomienda fuertes medidas proteccionistas para la producción española y un sustancial incremento de las dotaciones presupuestarias para investigación y desarrollo (deben alcanzar el 1% del producto nacional bruto al final de la legislatura).

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Tras un año de enfrentamientos y discrepancias, difícilmente silenciados, entre los representantes de la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE), del sector industrial (ANIEL) y de algunas multinacionales de la informática, en el seno de la comisión redactora del plan, la labor de acercamiento de posiciones, propiciada por José Angel Sánchez Asiaín, presidente de la misma, y el acceso de los socialistas al Ejecutivo, han hecho renacer las esperanzas sobre unos textos que para muchos estaban ya destinados a convertirse en papel mojado.El PSOE, que durante la campaña electoral había resaltado su coincidencia, en líneas generales con las posturas defendidas por la industria en la comisión del plan y su rechazo hacia el denominado plan Barrera de Irimo de la CTNE, está ahora en el Gobierno y ha sustituido al equipo dirigente de la Telefónica.

Emplazamiento al Ejecutivo

El comité redactor del Plan Electrónico e Informático, en la introducción al mismo, plantea textualmente "la necesidad de que la ejecución de las acciones que más adelante se recomiendan se inicie en un plazo de tiempo relativamente breve y que deberá ser en casi todos los casos inferior a un año". Fuentes próximas al Gobierno señalan que éste acepta tal emplazamiento y que el próximo mes de junio se enviarán a las Cortes los proyectos necesarios para poner en ejecución las acciones propuestas por el plan.El plan, que gira fundamentalmente en torno a la planificación industrial a partir del sector público, reclama amplias medidas proteccionistas de la Administración para que la industria electrónica e informática nacional pueda, desarrollarse y salir al exterior con garantías de competitividad: tratamiento preferencial en créditos a bajos tipos de interés y en desgravaciones fiscales; negociación de Estado a Estado en aquellos proyectos cuya importancia requiera de apoyos especiales para las empresas que los afrontan; modificar los aranceles para facilitar la importación de componentes y subconjuntos, piezas básicas de la electrónica que en muchos casos no se fabrican en España, para abaratar con ello la exportación de productos nacionales, y elaboración de un plan de ayuda a la reconversión de las industrias nacionales de componentes en aquellas áreas de productos que poseen expectativas de competitividad internacional.

El plan electrónico recomienda también que se fuerce a las empresas multinacionales y con mayoría de capital extranjero a que equilibren su cuota de mercado interior con una proporcio nada actividad exportadora. Y que "se estudien contraprestaciones a negociar con las empresas dedicadas exclusivamente a la comercialización de productos electrónicos importados cuando su cuota de mercado en determinadas líneas específicas de productos alcance un valor absoluto representativo".

Programas de industrialización

El plan electrónico considera que "el volumen de recursos económicos dedicado en España a investigación y desarrollo -alrededor del 0,4% del producto nacional bruto- es insuficiente", y en consecuencia, pide que se aumente progresivamente hasta alcanzar el 1% en un plazo de cuatro años. Solicita que se siga dando prioridad en los programas de investigación y desarrollo al sector electrónico e informático, que se reconsidere el reparto de los fondos y que se establezcan Programas Nacionales de Industrialización (PRONIN).Un PRONIN, según el plan, es un conjunto de acciones integradas y coordinadas con el objetivo de obtener un producto o servicio nuevo (investigación y desarrollo, producción, comercialización e introducción). El plan recomienda que se sigan estos programas en microelectrónica, robótica, comunicaciones, óptica, desarrollo de software (programación) y creación y gestión de bases de datos en castellano, telemática, satélites, misilística y electrónica militar.

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