España comprará misiles tierra-aire por valor de 33.000 millones antes de mayo
La competencia entre empresas norteamericanas y europeas ante la prevista compra española de misiles tierra-aire, por un valor de 33.000 millones de pesetas, se ha recrudecido en los últimos meses, tras la decisión gubernamental de repetir las evaluaciones que inicialmente habían dado una clara ventaja al sistema Chaparral, fabricado por la firma estadounidense Ford Aerospace. Según opiniones de varios expertos, este sistema es el menos avanzado de los evaluados, pero también el menos caro. La firma del contrato está prevista para marzo o abril.
La Comisión Asesora de Armamento y Material (CADAM) enviará próximamente al Ministerio de Defensa un informe sobre las ventajas o desventajas que conllevará para la industria militar española la elección del sistema de misiles tierra-aire en el que estará basada la defensa antiaérea de España en los próximos años. El ministerio cuenta ya con otro informe de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) en el que se recogen las compensaciones económicas ofrecidas por las firmas constructoras de los sistemas en liza: el Chaparral americano, el Roland francés, y el Rapier inglés, todos ellos denominados de baja cota.Hace ya más de un año, la jefatura de Artillería del Ejército, después de evaluar los citados sistemas, mostró sus preferencias por el Chaparral norteamericano. En septiembre pasado, sin embargo se ordenó un nuevo análisis de los tres competidores. A finales de octubre, el Cuartel General del Ejército comunicó oficialmente que los tres sistemas eran válidos para las necesidades defensivas españolas, por lo que, en estos momentos, el ministerio se encuentra a la espera de los citados informes. El titular del departamento presentará el correspondiente estudio al Gobiemo, y éste, en Consejo de Ministros, adoptará la decisión definitiva.
El Chaparral puede estar montado sobre plataformas fijas o sobre vehículos de cadenas. Cada montaje puede transportar ocho misiles Sidenwinder, cuatro de ellos dispuestos para el disparo. Es el menos avanzado tecnológicamente de los tres competidores, pero al ser más económico, España podría comprar unos 1.300 ingenios, frente a cerca de 700 Roland y unos 900 Rapier. Con el Chaparral, por tanto, se podrían cubrir más amplias áreas. Fuentes militares solventes han señalado, sin embargo que "existen razones políticas" para que, una vez más, el Gobierno acabe decidiéndose por el material norteamericano. "Sobre todo", han dicho, "cuando está próxima la negociación del Convenio de Amistad hispano-norteamencano".
El Rapier inglés, fabricado por British Aerospace, es el más ligero de los tres (43 kilogramos, frente a los 84 del Chaparral y los 63 del Roland), por lo que puede ser transportado más fácilmente. Al disponer de radar, su sistema de puntería es más fiable que el norteamericano. En cuanto al Roland, los expertos opinan que es el sistema más avanzado, pero también el más caro, no sólo por su precio, sino por el elevado coste de mantenimiento.
En la actualidad, la defensa antiaérea española está confiada a los aviones del Mando Aéreo de Combate, a viejos y convencionales cañones antiaéreos y a las armas antiaéreas de la Armada.
Mínima defensa antiaérea
Sin embargo, España no dispone de misiles de baja cota, adecuados para interceptar aviones a cortas distancias. Por ello, los mandos de Artillería han insistido en varias ocasiones en que consideran urgente la adquisición de los nuevos misiles. Incluso alguno de ellos no ha dudado en asegurar recientemente que "el territorio nacional está indefenso ante un hipotético ataque aéreo".En principio, los responsables del Ejército tienen previsto distribuir los misiles que se adquieran en ocho baterías de ocho lanzadores cada una. Los ingenios serán instalados preferentemente en las zonas de Levante y Andalucía, así como en Canarias y en Baleares, y en los alrededores de las bases militares más importantes. Un buen número de misiles serían colocados, tanto sobre plataformas fijas como sobre vehículos, en las proximidades del estrecho de Gibraltar.
La instalación de estas complejas armas antiaéreas es un proyecto previsto en el plan META (Modernización del Ejército de Tierra). Hasta que esto se produzca, sin embargo, pasarán varios meses, ya que también hay que prever los plazos de entrega de los sistemas que se adquieran. Por este motivo, los responsables del Ejército de Tierra han insistido al anterior Gobierno y al actual para que la decisión se adopte cuanto antes.
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