Horarios de la Seguridad Social

Les escribo a propósito de las medidas que sobre horario está tomando el Gobierno en la administración de la Seguridad Social. Las medidas tomadas sobre el horario han creado un caos administrativo absurdo e innecesario al haberlas planteado unilateralmente, incumpliendo los acuerdos con los sindicatos.Debe saberse que la administración de la Seguridad Social tuvo hasta el año 1977 horario partido en todas sus oficinas, de 8 a 14 horas y de 17 a 19.30. Este horario daba lugar a que los funcionarios permaneciesen casi todo el día en el centro de trabajo, con muy baja productividad, porque el número de personas que pasaban por las oficinas entre las 17 y las 19.30 horas era muy escaso.

La incorporación de trabajadores más jóvenes a partir de los años 1973-1975, que querían continuar su formación, necesitaban disponer de algunas horas por la tarde para estudiar. Esto dio lugar a una serie de huelgas y peticiones con las que se consiguió la implantación del horario actual, que es de 7.30 a 15 horas, controlado con relojes y con atención al público de 8.30 a 14 horas.

Entiendo que este horario es adecuado, que los funcionarios de la Seguridad Social somos trabajadores-servidores públicos, y que una vez se haya reestructurado y organizado el trabajo adecuadamente (esto sí que es inaplazable, y los funcionarios de la SS venimos pidiéndolo desde hace tiempo), si el Gobierno demuestra que para el mejor funcionamiento de la gestión es necesario venir por la tarde, estaremos dispuestos a la negociación. El beneficiario de la Seguridad Social no está pidiendo que los funcionarios estén en las ventanillas por la tarde, sino que se les atienda bien, que sus prestaciones se cobren en el tiempo adecuado, etcétera.

Estamos en contra de las medidas impuestas, sin negociar con los sindicatos. El tema del horario, ya que éste se cumple y se controla, no es el tema fundamental hoy para la buena gestión de la Seguridad Social. Los temas inmediatos serían racionalmente:

- Conocer el número de puestos de trabajo necesarios en la Seguridad Social.

- Distribuir adecuadamente al personal de acuerdo con las necesidades de trabajo de cada departamento, centro de trabajo, etcétera.

- Profesionalizar a sus funcionarios a través de una política de personal que fomente la formación y promocione a aquellos que demuestren capacidad.

- Acabar con la dedocracía en el nombramiento de cargos.

- Promover la representación de personal y no boicotear a la que existe, al no darle ninguna capacidad negociadora.

Sin probar que el nuevo horario mejora la gestión, sin negociar aspectos como el calendario laboral, el número anual de horas de trabajo, las retribuciones, la simplificación de conceptos retributivos, etcétera, es decir, los temas que legítimamente plantean los funcionarios, poco o nada podrá hacerse de lo dicho. Señores del Gobierno: no creo que tengan ustedes que demostrar su voluntad de cambio en una carrera contra reloj.

Los trabajadores honrados de la Seguridad Social estamos por la mejora de la misma. No hagan que perdamos las esperanzas que habíamos depositado en el nuevo Gobierno./