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La URSS califica de montaje propagandístico la alarma occidental por la caída del Cosmos.

La URSS piensa que la alarma creada en Occidente ante la inminente caída a tierra de un satélite artificial del tipo Cosmos es sólo "una campaña propagandística", destinada a servir de cortina de humo a la próxima instalación de los euromisiles.

El viernes por la noche, la agencia oficial Tass hacía público un comentario a través de sus servicios en lenguas occidentales -destinados, en principio, sólo al uso exterior- en el que, con cierta ironía, se trataba de tranquilizar a la opinión pública occidental.Los restos del satélite podrían caer, según los soviéticos, entre el domingo y el lunes en una zona del golfo de Omán, sin provocar ningún daño. Esta parte del satélite no contiene ningún material radiactivo, ya que la parte que contiene la pila nuclear se espera que entre en la atmósfera en febrero.

Moscú, hasta el momento, sólo había hecho un par de alusiones a la próxima caída del Cosmos, dándoles un contenido técnico y calmado. Sin embargo, anteayer Tass relataba -esta vez con indiscutible tono burlón- los preparativos que diversos países de Occidente han desplegado ante la próxima reentrada a la Tierra de este satélite artificial.

Entre ellos, se destacaban las medidas de seguridad puestas en práctica por el cuartel general de la OTAN en Bruselas, donde -se afirmaba, citando a la agencía británica Reuter- los militares "se cambian de casa para ir a pasar varios días en los refugios subterráneos de un fortín especíalmente protegido contra la contaminación radiactiva".

Tass culpaba a Estados Unidos de haber hecho creer a los terrícolas que el satélite Cosmos "se les iba a caer sobre la cabeza de un momento a otro" y que, por lo tanto, sería mejor que los habitantes de nuestro planeta "buscasen refugio en el fondo de sus cuevas".

La citada agencia calificaba buena parte de, las previsiones occidentales al respecto de "gratuitas advertencias de pesadilla" y recordaba cómo el pasado 7 de enero Tass había anunciado ya que el Cosmos 1402 dejó de operar el 28 de diciembre de 1982, siendo entonces destruido por una orden enviada desde la Tierra.

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A mediados de febrero

"Según cálculos aproximados", afirmaba Táss, "la última zona activa del satélite penetrará en las capas densas de la atmósfera de la Tierra hacia la mitad de febrero". "El hecho", agregaba, 'de que la zona activa, con sus productos de fusión radiactivos y el reactor, hayan sido separados del satélite, da garantías de que éstos se quemarán en las capas densas de la atmósfera, mientras que el resto de los materiales se irán pulverizando hasta convertirse en partículas cuya caída a tierra no podrá causar ninguna contaminación radiactiva que supere los límites recomendados por la Comisión Internacional para la Protección Radiológica". "Por tanto", concluía Tass, "no hay razón para inquietarse" por esto que sólo es "una campaña propagandística" y .una provocación", lanzada por los "militaristas de Washington y la OTAN" con el fin de esconder sus propios preparativos agresivos".

"No será", afirmaba la agencia soviética, "una lluvia de trozos de satélite soviético" lo que caiga sobre la Tierra, sino una lluvia de "mentiras y propaganda gratuita, que trata de sustraer la atención de la odiosa carrera armamentista lanzada por Estados Unidos".

Por otra parte, las autoridades soviéticas han informado al secretario general de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, de las coordenadas de la caída del satélite, en virtud de la convención sobre el "registro de objetos lanzados al espacio extraatmosférico.

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