La inclusión de Navarra en las negociaciones provoca actitudes fuertemente encontradas

La inclusión de la cuestión navarra -buscando fórmulas conciliadoras que partan del respeto a la voluntad de los navarros- en la propuesta de pacificación para el País Vasco, formulada por el lendakari Carlos Garaikoetxea al presidente del Gobierno español, Felipe González, ha suscitado en esta comunidad foral opiniones contundentes y encontradas, radicalizando aún más, si cabe, la bipolarización política existente a favor o no de la incorporación de Navarra a la comunidad autónoma vasca.

Quizá sea precisamente por estas opiniones tan encontradas que pocos políticos de uno y otro signo tienen confianza en que las conversaciones vayan a dar algún fruto. Aunque en eso todos coinciden: el diálogo es positivo.En una tierra en la que, como afirma el sociólogo y economista Mario Gaviria, todo se lleva hastatodo se lleva hasta límites extremos ("donde la izquierda es la más radical de todo el Estado y la extrema derecha esla más cerril y cavernícola"), no es, pues, extraño que se produzcan manifestaciones, tan contundentes por una y otra parte, cada vez que se suscita la controvertida cuestión navarra. Así, la propuesta de Garaikoetxea -en la que se incluía a esta comunidad foral- fue rápida y duramente contestada por la Mesa del Parlamento de Navarra y, posteriormente, por partidos como el PSOE, UPN y PDP, para quienes Navarra es innegociable, y, por tanto, no puede ser un tema a tratar en estas conversaciones para la paz.

A esta réplica siguió una fuerte contrarréplica por parte de las formaciones abertzales o nacionalistas vascas como PNV, EE y HB, que opinan que Navarra es un factor esencial en el proceso de pacificación del País Vasco. Incluso EE ha expresado su convencimiento de que "un planteamiento de solución democrática al tema de Navarra favorece la pacificación de Euskadi".

Posición del Parlamento

La primera reacción a la propuesta del lendakari, a las pocas horas de ser formulada, se produjo en una institución de esta comunidad foral: la Mesa del Parlamento. Para este órgano legislativo, "la única autoridad legitimada para plantear ante el. Gobierno los problemas y aspiraciones de los nava rros es, en este caso, el presidente de la Diputación Foral o Gobierno de Navarra. La denominada cuestión navarra está para la Mesa del Parlamento "resuelta en la Constitución y en la ley orgánica de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra, aprobada, esta última, con amplia mayoría en el Parlamento Foral y por las Cortes generales de la nación".Más duras han sido, sin embargo, las críticas de los partidos ante la inclusión de Navarra en este plan de pacificación de Garaikoetxea, destacando, entre ellas, las del Partido Socialista de Navarra (PSN-PSOE). Gabriel Urralburu, secretario general del PSN-PSOE, fue tajante respecto a este plan de paz: "Navarra es innegociable y, por tanto, no cabe ningún tipo de conversaciones para la modificación del estatuto jurídico-político de esta comunidad foral".

La mayoría, contra la integración

"Para nosotros", explicó Urralburu a este periódico, "es una falacia plantear el interrogante de Navarra, porque ésta es una comunidad con el mismo nivel de competencias que otras comunidades autónomas, y, además, está la voluntad expresada el pasado 28 de octubre por el 80% de los electores navarros, que respaldan con su voto la no incorporación a la comunidad vasca. Hablar, pues, de una negociación de este tema es impensable e inimaginable. No se puede cambiar la voluntad de un pueblo".En parecidos términos se expresó el diputado de UPN-AP, Javier Gomara, quien también protestó por las palabras de Garaikoetxea, por cuanto suponen, a su juicio, de injerencia en los asuntos internos de Navarra. "Nosotros", dijo, "tenemos nuestros propios interlocutores, empezando por el presidente de la Diputación, por lo que no entendemos la propuesta del presidente del Gobierno Vasco".El PCE-EPK ha manifestado que la propuesta de paz "implica un inaceptable reconocimiento de los métodos del terrorismo como instrumento de acción política".

Voluntad de diálogo

El presidente del Consejo Regional de Navarra del PNV, Iftaki Cabases, considera que no tiene sentido la actitud de crítica al lendakari por parte de los partidos mayoritarios navarros, porque la propuesta es muy realista. "Es unaaportación que no puede reducirse a una supuesta intromisión, porque se es respetuoso con la voluntad de Navarra".Ha sido precisamente este partido, el PNV, el que más ardor ha puesto en la defensa del plan de paz, y también quien más dura mente ha atacado a estos grupos políticos mayoritarios de Navarra (a los que ha acusado de irresponsables y de carecer de voluntad de diálogo), incluso a la propia Mesa del Parlamento. Esta, que ha sido denunciada por el PNV por la, a su juicio, "abusiva utilización de la figura institucional de este organismo, carece de atribuciones para hacer declaraciones de tipo político que pretendan representar la voluntad del Parlamento Foral".

Euskadiko Ezkerra, por su parte, opina que "la indignación que ha suscitado en algunas fuerzas políticas de Navarra la inclusión en la propuesta de negociación del tema Navarra-Euskadi, nos parece fuera de tono e hipócrita, máxime viniendo de unos partidos que han negado al pueblo navarro la posibilidad de expresarse explícitamente sobre el tema. Pretender, como han manifestado UPN y PSOE, que en un problema que afecta a Navarra -una parte importante de cuya población desea integrarse con el resto de la comunidad autónoma vasca- no pueda plantearse fuera de aquí, parece excesivo". Maki Beorlegui, cualificado portavoz de HB de Navarra, y a quien no le han extrañado las reacciones de PSOE, UPN y PDP, opina que -Navarra es una parte fundamental en las conversaciones, que no negociaciones, en su opinión, ya que este punto está dentro de la alternativa KAS".