Derivados del Flúor culmina su programa descontaminador, iniciado en 1975 en Santander
La empresa química Derivados del Flúor, con sede en Bilbao y fábrica en Ontón (Santander), ha culminado en 1982 un singular proceso de saneamiento ecológico que, iniciado en 1975, ha supuesto unas inversiones de quinientos millones de pesetas, según informó ayer el gerente de la empresa, Venancio Díaz-Guardamino.Esta empresa química instaló en, Ontón, en 1971, su nueva fábrica de productos derivados del flúor, en una zona que, batida por el viento, se esperaba que dispersara correctamente las emisiones gaseosas de la producción. Contrariamente a lo previsto, en 1974 empezaron a detectarse casos de fluorosis bovina. El parque de cerca de 1.200 reses radicado en la península montañesa empezó a verse aquejado de esta enfermedad, que afecta sobre todo a las extremidades y a la boca de los animales, impidiéndoles ingerir alimentos.
Inmediatamente se generalizó la protesta de los ganaderos. En 1975 se produjeron casi 350 reclamaciones por reses contaminadas, por las que Derivados del Flúor debió indemnizar a los ganaderos, retirando tanto el heno como las reses que se suponía contaminadas. A partir de ese año, y ante el volumen y consecuencias de la contaminación ecológica, la empresa diseñó un programa de investigación para atacar las causas del desaguisado. Invirtió en él quinientos millones de Pesetas.
Los resultados de las medidas adoptadas empezaron anotarse en 1980, cuando el número de reses afectadas descendió a seis. En 1982 sólo se produjeron cinco reclamaciones, de las que únicamente en dos hubo lugar a indemnización, considerándose culminado el programa ecológico de la firma, según explicitó Venancio Díaz-Guardamino.
Consultas de otros países
El sistema descontaminador utilizado funciona mediante una red de sensores estáticos, situados en 42 puntos de detección. El sistema permite, con un bajo coste, ponderar el daño en la zona donde está instalada la industria, y establecer los límites máximos de emisión de gases para cumplir con las normas ecológicas de la Organización Mundial de la Salud.
La investigación desarrollada en Derivados del Flúor, explicó Díaz-Guardamino, ha servido de experiencia para otras empresas de diversos sectores, tanto españolas como de otros países (como Venezuela o la India) desde los que se ha pedido ayuda en la tecnología descontaminatoria y en concreto sobre la fluorosis a la empresa vasca.
La inversión realizada, de quinientos millones, si no es muy cuantiosa en términos absolutos, sí lo es en términos relativos, puesto que la empresa factura anualmente unos 3.000 millones de pesetas. Fundada en 1947 por la familia Lipperheide, en 1967 dio entrada en su capital a la multinacional alemana Bayer, que ostenta desde entonces un 50% de su capital. Los otros accionistas son la Empresa Nacional de Aluminio, con un 10%; Aluminio de Galicia, con un 5%; y repartido el restante 35% entre diversos socios personales e institucionales.
Pese a la mala coyuntura del sector del automóvil, de la construcción y del aluminio -del que Derivados es el principal proveedor en España-, la firma viene obteniendo beneficios en los últimos años (80 millones en 1982 para unos recursos propios de 940 millones de pesetas y una plantilla de 230 trabajadores), sobre todo gracias a su otra gran línea de negocio: la producción y comercialización del ácido fluorhídrico.
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