En el Museo Arqueológico se exhibe una exposición sobre la Cruz de la Victoria
El Museo Arqueológico Nacional de Madrid mantiene abierta desde la pasada semana la exposición de transparencias que refleja el proceso de restauración de la Cruz de la Victoria, joya-símbolo de la región asturiana, de incalculable valor artístico e histórico que quedó materialmente destrozada cuando se produjo el robo de la Cámara Santa de la catedral de Oviedo en agosto de 1977, informa José Manuel Vaquero.El pasado 13 de septiembre, la comisión encargada de la restauración de las piezas de la Cámara Santa entregó la Cruz de la Victoria al cabildo en un solemne acto celebrado en la sala capitular de la catedral, desde donde la Junta General del Principado, denominación histórica recuperada recientemente por el Parlamento autonómico, declaró la guerra a Napoleón. En aquel acto, Gabino Díaz Merchán, arzobispo de Oviedo, leyó el poema Elegía del dolor y esperanza, escrito por el prelado al enterarse del espectacular robo de la Cámara Santa de Oviedo.
La Cruz de la Victoria y los 36 paneles sobre los trabajos de restauración fueron expuestos el pasado mes de septiembre en la catedral de Oviedo.
La Cruz de la Victoria, "la más bella joya guardada en las iglesias de España", según el cronista, Ambrosio Morales, ha sido devuelta a la Cámara Santa después de un complejo proceso.de restauración. Las transparencias quedarán instaladas, desde hoy hasta el próximo 31, en el Museo Arqueológico Nacional.
La Cruz de la Victoria, hecha de madera de roble en el año 908, de 90 por 72 centímetros, fue recubierta con chapa de oro en el castillo de Gauzún, por orden de Alfonso III el Magno. Según la leyenda, la madera de la Cruz de la Victoria fue llevada por don Pelayo en la batalla de Covadonga contra los árabes.
La destrucción de la Cruz de la Victoria, la Cruz de los Angeles y la Caja de las Agatas, fue realizada por el delincuente común José Domínguez Saavedra, actualmente en prisión. El ladrón desguazó las joyas en la misma Cámara Santa y se llevó las piedras, ágatas, camafeos y el oro.
Babelia
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