Grave nivel de contaminación en los ríos Jarama y Henares
No hace muchos años gran número de familias de los barrios populares de Madrid y poblaciones cercanas se desplazaban los fines de semana a las riberas de los ríos Jarama y Henares, sobre todo a zonas de Mejorada del Campo, San Fernando de Henares y Para cuellos del Jarama. Aquella idea de ir a pasar el día al río se fue abandonando paulatinamente, retrocediendo a medida que aumentaba el progresivo deterioro de las aguas, cuyo estado hoy día puede calificarse de sumamente preocupante desde el punto de vista de su propia regeneración futura.
La lamentable situación de estas vías fluviales es el resultado, fundamentalmente, de la implantación en la zona de un área de concentración industrial como es el corredor Madrid-Guadalajara. Los residuos fabriles y urbanos han provocado la práctica desaparición de la vida biológica en sus aguas y riberas.Según una serie de informes elaborados por la Comisaría de Aguas del Tajo, el río Henares, atendiendo al grado de contaminación de sus aguas, se divide en tres grandes tramos: desde su nacimiento hasta el límite con Guadalajara. El segundo, desde Guadalajara hasta Alcalá de Henares, y el último, desde la ciudad complutense hasta su confluencia con el Jarama.
Hasta Guadalajara el Henares llega en magníficas condiciones, saturado de oxígeno, lo que permite la vida en sus aguas de gran variedad de especies piscícolas, incluso truchas. Empieza a acusar, sin embargo, los vertidos, sin previa depuración, del polígono industrial del Henares, con un caudal de veinticinco litros por segundo. A la altura del puente de Chiloeches las aguas del Henares sufren la agresión de un nuevo caudal contaminante, con las aportaciones de vertidos sin depurar de Pinturas Duraval (veinte litros por segundo), Ayuntamiento de Azuqueca de Henares y Baterías Tudor (quince litros por segundo) y VICASA (ocho litros).
Sin embargo, hasta el polígono industrial de Alcalá de Henares la propia autodepuración del río hace que éste llegue en condiciones satisfactorias a la ciudad. En Alcalá la contaminación química y orgánica es considerable y hace caer en vertical la calidad del agua del río, como consecuencia de los vertidos industriales sin tratamiento y la falta de depuración de los residuos urbanos. En este tramo el río recibe los vertidos de Igelsa (dos litros por segundo), Lácteas de Alcalá (ocho litros por segundo) y de la propia aportación de la localidad (quinientos litros por segundo). Este último dato se ha visto reducido notablemente con la puesta en funcionamiento de una depuradora cuya capacidad permite depurar el 60% de los vertidos urbanos. Si embargo, ya en este punto la fauna y la flora se han depreciado considerablemente.
La calidad del agua del río se recupera lentamente hasta su confluencia con el arroyo Torote, donde recibe nueva aportación de aguas contaminadas que el río ya no tiene capacidad para autodepurar, por unirse a las mismas los procedentes de Torrejón de'Ardoz. El Henares, aguas abajo del río Torote, recibe los vertidos de Ardoz, S.A. (quince litros por segundo), y Procoinsa (dos litros por segundo). En el puente de Torrejón a Loeches vuelve a recibir vertidos contaminantes, esta vez del Centro de Accidentados de la Seguridad Social (Mejorada del Campo), con un caudal de doce litros por segundo. Estas nuevas aportaciones hacen que las aguas en su confluencia con el Jarama, en Mejorada del Campo, lleguen en condiciones prácticamente inertes para la vida.
El Jarama
La importancia que tienen las aguas del Jaraina, tanto en regadíos como en aportación al río Tajo, ha dado origen a que desde hace muchos años sean frecuentes los estudios realizados sobre sus características.Hasta la altura del puente de Algete tiene una escasa contaminación, a pesar de la existencia aguas arriba de vertidos importantes, debido a que éstos están controlados en sus respectivas estaciones depuradoras. En el puente de Algete el estado de las aguas empeora a consecuencia de los residuos industriales de la fábrica de cervezas El Aguila, que, con un caudal de treinta litros por segundo -sin el suficiente tratamiento, a pesar de disponer de una estación depuradora-, ha sido tradicionalmente el primer punto negro contaminante del Jarama.
La contaminación máxima en cuanto a carga orgánica la alcanza el Jarama en el tramo comprendido entre el arroyo de Rejas y la presa de San Fernando. Este alto nivel de contaminación es producido principalmente por las aguas del propio arroyo de Rejas, que traen los vertidos urbanos de la zona norte de Madrid, y los vertidos de la Subsecretaría de Aviación Civil y del arroyo de Teatinos, que incorpora los del polígono industrial de Coslada.
A partir de la presa de San Fernando se produce un descenso en la carga orgánica del Jarama, sí bien se detecta una ausencia total de oxígeno disuelto. Después de la presa de San Fernando y antes de llegar al puente de Mejorada, el Jarama recibe nuevos vertidos contaminantes: Ministerio de Trabajo (diez litros por segundo) y Química Ibérica (cinco litros por segundo). Pasado Mejorada y antes de llegar al puente de Arganda del Rey, recibe vertidos sin depurar del Ayuntamiento de Velilla de San Antonio (diez litros por segundo), Salpa Española (seis litros por segundo) y Ayuntamiento de Arganda (cien litros por segundo).
Como consecuencia de la contaminación de las aguas, las márgenes de estos dos ríos se han convertido en focos de infección, de ratas, de malos olores, y lo que es aún mucho más grave, se contaminan las aguas de riego. Amén del desaprovechamiento de las posibilidades de recreo, esparcimiento y pesca deportiva.
Para mejorar la calidad de las aguas, tanto del Jarama como del Henares, será necesario cuidar la explotación de las estaciones depuradoras existentes actualmente e instar la construcción de las necesarias.
Con respecto al tramo considera emente mas contaminado, es decir, entre la desembocadura del arroyo de Rejas y la presa de San Fernando, sería necesario que las aguas procedentes de la estación depuradora de Rejas, la cual sólo efectúa un tratamiento primario, conjuntamente con las aguas procedentes de la estación depuradora de la Subsecretaría de Aviación Civil, sobre los cuales se de be insistir, de un lado, sobre Rejas para completar el tratamiento (aunque este problema está en vías de solución a través del Plan de Saneamiento Integral de Madrid, que incluye esta ampliación), y en cuanto al vertido de la Subsecretaría de Aviación Civil, exigirle una racional explotación de la planta depuradora existente.
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