Solana y Fidel Castro discuten en Cuba la situación de Centroamérica
El ministro de Cultura, Javier Solana, en calidad de miembro del Gobierno español y enviado personal del presidente Felipe González, se entrevistó ayer en La Habana con el líder cubano Fidel Castro. El encuentro, que no tuvo carácter oficial, duró varias horas y en él se analizó fundamentalmente la crisis centroamericana. El político español permanecerá veinticuatro horas en la isla, y es posible que hoy vuelva a ver a Castro. antes de represar esta tarde a Madrid.
Otro objetivo de la visita de Solana a Cuba es solicitar la liberación del ciudadano español Eloy Gutiérrez Menoyo, asturiano de nacimiento y ex comandante de la revolución cubana, en la cárcel desde hace 20 años.El encuentro, propiciado por la buena relación personal existente entre Castro y Solana desde que ambos se conocieron hace trece meses en la capital cubana, fue buscado simultáneamente por España y Cuba. Solana llegó a Cuba procedente de México, donde se encontraba en visita oficial.
El Gobierno español mantiene la posición de que para alcanzar la paz en Centroamérica es necesaria una negociación en la que participen todas las partes involucradas en el conflicto, incluida Cuba.
Entre otros temas que podrían haber sido abordados en la reunión no se descarta que Javier Solana haya comunicado al líder cubano el deseo del Gobierno español de que Fidel Castro visite próximamente España, con anterioridad o simultáneamente al viaje que tiene previsto hacer a Francia.
Mientras en La Habana se desarrolla este encuentro hispanocubano, el Buró de Coordinación del Movimiento de Países No Alineados se encuentra reunido en Managua, con América Latina como único terna del orden del día. Es muy probable que se proponga una renegociación conjunta de la deuda exterior latinoamericana. España está presente en esa reunión a nivel de invitado, por primera vez como miembro de pleno derecho de la OTAN, con una delegación de nivel diplomático muy discreto. Alianza Popular considera esta participación como un dato "alarmante" de la tendencia de la política exterior española "hacia el tercermundismo".
Páginas 2 y 3
