Piden a Sanidad que asuma la gestión del Centro de Recuperación y Rehabilitación de Levante

La junta de gobierno del Centro de Recuperación y Rehabilitación de Levante ha solicitado una entrevista con el ministro de Sanidad y Consumo, Ernest Lluch, para entregarle las llaves del centro sanitario. Las pérdidas económicas registradas en los últimos años y la infrautilización del centro son el origen de esta actitud extrema de sus dirigentes, que proceden de mutuas patronales de accidentes de trabajo. La solicitud de celebrar una entrevista ha sido dirigida también al director general del Insalud, Francisco Raventós.La junta propone a Lluch cuatro alternativas distintas que, a su juicio, podrían permitir una salida a la actual situación. Una de ellas hace referencia a la entrega gratuita e inmediata del centro, situado a pocos kilómetros de Valencia, en la carretera del Rincón de Ademuz, al Insalud, para que ocupe las 240 camas hospitalarias y los servicios especializados de quirófano. Su plantilla actual es aproximadamente de centenar y medio de trabajadores, repartidos entre personal sanitario, administrativo y subalterno.

Otra alternativa consiste en cumplir la resolución de la Secretaría de Estado para la Sanidad correspondiente al 23 de septiembre de 1980, por la que el Insalud y el centro se obligaban a suscribir un convenio de gestión compartida. "Los gastos suben cada año más", afirma su gerente, José Luis Bosch, "y sin embargo no aumentamos el número de enfermos atendidos". Las pérdidas previstas para el año pasado se estiman entre los ochenta y noventa millones de pesetas.

Las otras soluciones que proponen a los responsables del Ministerio consisten en compensar las necesidades del centro en relación a las mutuas que lo crearon en 1971. Estas necesidades no van más allá de cincuenta camas, por lo que a diario se pierden doscientas camas que cuentan con dotación de personal y medios materiales para su uso. La alternativa sería, por tanto, establecer un concierto por el que el Insalud costeará las restantes en una proporción de uno a tres sobre las requeridas por las mutuas; o también que hiciera uso del centro con carácter permanente. "El costo actual de estancia en la ciudad sanitaria La Fe es de 12.000 pesetas, contra las 6.000 que viene a suponer en nuestro centro", afirma el gerente.

De no producirse las entrevistas solicitadas a lo largo de esta semana y la próxima, la junta asegura que "adoptaremos medidas para lograr la supervivencia y adecuaremos la instalación y servicios a las necesidades reales de las mutuas". El centro, creado por mutuas en régimen de comunidad, ha cumplido sus fines normalmente hasta que llegaron las vacas flacas, y el desfase de oferta y demanda, además de algunos incumplimientos de la Administración central, llevaron a la situación desesperada que en la actualidad se plantea.