La policía sospecha que una mujer pudo provocar el incendio del arzobispado de Granada
El fuego que destruyó parcialmente los edificios del palacio arzobispal y la Curia Eclesiástica de Granada, durante la mañana del pasado 31 de diciembre, pudo haber sido provocado por una mujer, según señalaron ayer fuentes gubernativas de la provincia.
Al parecer, la policía comenzó a sospechar la posibilidad de que el incendio hubiese sido intencionado después de que, en la madrugada del pasado día 5, ardieran también una tómbola y una caseta de juguetes instaladas en la plaza del Campillo, junto al palacio de la Diputación granadina. En este siniestro quedaron dañados seriamente dos de los cuatro centenarios y gigantescos plátanos orientales existentes en la plaza.Como ya informó este diario, el incendio de la Curia se inició también en un puesto de juguetes de la plaza Bib-Rambla que se encontraba adosado a la fachada posterior del Palacio Arzobispal. Este detalle, así como la hora en que se inició el fuego -entre las seis y las siete de la madrugada, todavía de noche-, ha hecho seguir la pista a la policía, de acuerdo con las citadas fuentes, de un presunto pirómano que podría ser también responsable de algunos incendios producidos en Granada hace dos años, por estas mismas fechas navideñas, y cuyo origen nunca fue esclarecido. Al parecer, la policía sospecha que se trate de una mujer.
Por otro lado, las pérdidas sufridas en los edificios histórico artísticos en la Curia y el Palacio Arzobispal -de los siglos XVI y XVII, respectivamente- parecen ser superiores a lo que se pensó durante la primera evaluación realizada tras la extinción del fuego. En este sentido, el subdirector general de Bellas Artes, Donisio Hernández Gil, ha declarado que "serán necesarios noventa millones de pesetas para restaurar los dos edificios".
Los daños más importantes causados por el siniestro se concretan en la destrucción total de las cubiertas de madera de los dos edificios, destrucción total de la escalera principal del Palacio Arzobispal, destrucción de un 30% de la carpintería de los huecos interiores de las ventanas y graves daños en el resto, y destrucción de unos 1.000 metros cuadrados de forjado.
Respecto a las obras de arte y documentos de archivo contenidos en ambos edificios, son de destacar los graves daños sufridos por cuadros de Bocanegra, Alonso Cano y Risueño, así como otros de la escuela flamenca, y la destrucción de lienzos, muebles y otras obras de categoría relativamente importante. Es reseñable asimismo el daño producido por el agua que se utilizó para le extinción del incendio en los legajos de documentos históricos contenidos en el archivo.
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