El comercio con los países de Latinoamérica descenderá este año

Las ventas de productos españoles a los países latinoaméricanos. sufrirán durante 1983 un notable descenso como consecuencia de la crisis financiera por la que atraviesan dichas naciones. Descenso que ya se ha empezado a dejar sentir en los últimos meses de los que se tienen datos estadísticos de la Dirección General de Aduanas. Para el período enero-agosto de 1982, las exportaciones españolas a esa zona suponen menos del 10% del total cuando en años anteriores el porcentaje se situaba en el 10,5%. La posibilidad de crecimiento económico por la vía del incremento de las exportaciones se reduce sensiblemente para años venideros.Siete países de Latinoamérica concentran la mayor parte de las ventas de productos españoles: México, Argentina, Venezuela, Brasil, Cuba, Chile y Colombia son los principales clientes de la zona. De ellos solamente este último no tiene planteados por ahora problemas con el pago de su deuda externa. Los otros seis o han terminado ya sus procesos de renegociación para los capitales que vencen en 1983 o están iniciando las conversaciones para hacerlo.

Argentina, Chile y Cuba han visto en los ocho primeros meses del año cómo sus compras totales a España se reducían sensiblemente en relación al mismo número de meses de un año antes. En ninguno de los tres casos se habían empezado en ese momento los procesos de renegociación de sus obligaciones exteriores. La balanza comercial con estos tres países ha arrojado tradicionalmente un saldo positivo para España saldo que en estos momentos es más teórico que real, ya que buena parte de los ingresos por exportaciones están siendo retrasados por los problemas derivados de la falta de divisas. En estos casos se tiende a igualar compras con ventas para garantizar al máximo la obtención de los ingresos debidos.

En los casos de México, Venezuela y Brasil el saldo de la balanza comercial española es deficitario. Las compras de petróleo a las dos primeras naciones y otras materias primas a Brasil han venido justificando esta situación. En este caso es comprensible que sigan aumentando las ventas de productos españoles a estos países con vistas a reducir el déficit comercial. Colombia, al no tener problemas con su deuda exterior, mantiene una marcha normal en el desarrollo de su comercio bilateral con la economía española.

En medios de la Administra ción, no obstante, se muestra una especial preocupación por el desarrollo del comercio con los seis países que plantean problemas de pago de su deuda, ya que al menos la mitad de las exportaciones se realizan con financiación comercial, esté asegurada o no, ya que se trata de ventas de bienes de equipo y maquinaria. Las decisiones de los distintos Gobiernos de renegociar su deuda externa, de todos los tipos y no sólo la financiera, pone en peligro el cobro de estas transacciones o aplaza en el tiempo el mismo con repercusiones graves para las cuentas de resultados de los bancos que hayan financiado las operaciones.

La solución, para los casos que sea posible, es reducir al máximo las ventas a estos países hasta lograr un equilibrio entre lo que se vende y lo que se compra. Es una nueva fórmula del comercio de Estado que, casi por definición, significa que el volumen final de intercambios es el mínimo posible con los otros países. El estudio de la reducción de la cuota de comercio para la adquisición de petróleo en 1983 podría ser una vía para reducir las compras a algunos de estos países latinoamericanos.