Oposición en Orgiva a la propuesta de 73 despidos en las minas de espato-flúor
La solidaridad y movilización de toda la población de la localidad granadina de Orgiva, con celebración de masivas asambleas y concentraciones en la vía pública, apagones de luz eléctrica y toque de campanas a media noche, tranifestaciones diarias y otros actos de protesta ciudadana, así como la convocatoria de dos jornadas de huelga general, han conseguido frenar la pretensión de la Sociedad Minero-Metalúrgica de Peñarroya-España, SA, de suspender los contratos a 73 de los trabajadores que tiene en plantilla para la explotación de las minas de espato-flúor de Sierra Lújar.El conflicto que enfrenta a los orgiveños con la sociedad Peñarroya-España tiene su origen, según argumenta la propia empresa, en la fuerte caída de ventas experimentadas en el mercado mundial de fluorita. La explotación se lleva a cabo de manera compartida, al 50%, entre Peñarroya-España y la empresa Minas de Almagrera, SA, perteneciente al INI. La explotación de espato-flúor de Sierra Lújar es la única en su tipo en España y alcanzó en 1981 una producción total de 27.385 toneladas.
Los datos de la empresa no coinciden, sin embargo, con los que posee el comité de empresa, que rebate el argumento con el hecho de que la venta de mineral realizada hasta el pasado octubre ascendía a 16.821 toneladas, frente a las 9.684 toneladas vendidas en 1981.
Por otro lado, Peñarroya-España no ha entregado aún en los de partamentos correspondientes de la Administración la documentación que acredite su situación económica global. Sin embargo, de acuerdo con los abogados de los trabajadores, "no se puede admitir a trámite el expediente de crisis con unos documentos que sólo se refieren a Minas de Orgiva, que carece de personalidad jurídica, en lugar de referirse a la empresa como tal, Peñarroya-España, SA, de la que no consta que tenga pérdidas".
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