Barney Clark celebró la Navidad en el hospital de Utah

Lake City La familia de Barney Clark, que ha podido celebrar la Navidad con su corazón artificial, manifestó en un contacto con la Prensa el día 25 su satisfacción por el estado de salud del paciente y su esperanza de que pueda salir pronto del hospital.

Barney Clark, dentista retirado de 61 años, fue operado hace veintiséis días para implantarle un corazón artificial permanente, con lo que se convirtió en el primer hombre que vive con este órgano vital construido en plástico.

Después de otras dos operaciones por complicaciones surgidas en el posoperatorio de la implantación, Barney Clark ahora puede hablar, aunque con poca precisión, y ha ingerido algunos alimentos sólidos, entre ellos un trozo de pastel de naranja típico de Navidad, según ha comunicado el doctor Chase Peterson, vicepresidente del hospital de Ciencias del Corazón de Utah, que viene actuando como portavoz del centro médico en relación al paciente del corazón artificial.

Barney Clark se encuentra en una situación todavía crítica pero estable, y desde hace unos días se puede sentar en el borde de la cama y dar pequeños paseos hasta, una silla. Utiliza todavía el respirador, aunque sólo por las noches, y principalmente para conseguir humedad. El corazón artificial, tras el fallo en una de las válvulas que hizo necesaria una operación en la que se sustituyó uno de los ventrículos, funciona ahora normalmente.

Seleccionado entre numerosos casos desesperados de enfermos cardiovasculares, Barney Clark deberá permanecer el resto de sus días conectado a un compresor del tamaño de un televisor que hace funcionar el corazón.