Ceuta y Melilla, africanas
Los africanos que mantenemos vivo el espíritu de lucha contra la opresión, la discriminación y el colonialismo instalados en cualquier parte del mundo no concebimos que puedan existir plazas de soberanía europea en nuestro continente. Por ello es aconsejable que los políticos españoles y los habitantes que ocupan Ceuta y Melilla se pregunten cada sábado-noche: ¿qué hace un país europeo -España- con dos plazas como esas en territorio de soberanía africana? La misma pregunta que se harían los españoles en el supuesto de que cualquier país africano tuviera una o dos plazas de soberanía en Andalucía o en Cataluña por razones históricas. Para España -lo comprendemos y apoyamos su causa-, Gibraltar es como una espina. Para los africanos, Ceuta y Melilla son dos espinas calientes, y ya es hora de que algún Gobierno -¿será este Gobierno socialista por fin?-, sin prejuicios patrioteros, comprenda que esta es una situación espinosa no distante ni distinta a la de Gibraltar y se atreva a enfrentarse a ella. Reintegrar el territorio de Ceuta y Melilla a la sciberanía africana será una decisión de estricta justicia, "y no una traición o defección, como probablemente digan los monopolizadores del orgullo y patriotismo nacional, convencidos de que la soberanía de un país puede cruzar los mares nadando e ir más alla (plus ultra) de sus justos límites. /
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