20 años de pintura de Genovés, expuesta en Madrid

El Centro Cultural de la Villa de Madrid presenta en su sala de exposiciones, la muestra titulada Genovés. Veinte años de pintura (19621982), primera retrospectiva que la ciudad de Madrid dedica al célebre artista valenciano, nacido en 1930. En ella se reúnen un total de 87 lienzos procedentes de colecciones públicas y privadas de siete países, lo que ha significado un complejo montaje en el momento de disponer de todas las telas.

Planteada en principio para inicios del año que ahora acaba, dificultades no han permitido llevarla a término hasta este momento. Y según nos dice el propio artista, "los museos norteamericanos, como el de Chicago o el de Washington, se han portado muy mal, aduciendo toda clase de excusas para no prestarnos las obras que poseen".Juan Genovés (Valencia, 1930) formó parte del grupo Parpalló y, más tarde, estuvo vinculado a las actividades del grupo Hondo en su intento de buscar una salida a la crisis del informalismo. Esta retrospectiva se inicia precisamente con los lienzos correspondientes a la última época de Hondo. "He querido limitar el contenido de la exposición a mis períodos más representativos", dice el artista. "De añadir cosas anteriores, el resultado se habría diversificado demasiado, con riesgo de resultar fatigoso para el espectador."

En las dos décadas que recoge esta exposición, Genovés desarrolló una de las propuestas figurativas que mayor eco internacional despertó dentro de la pintura española. Se trata de una opción de realismo que parte de imágenes fotográficas para establecer una lectura crítica del entorno. "Soy un pintor de cada momento, lo que no quiere decir que sea intuitivo, emocional. Mi pintura no es un vómito; tengo siempre presente a un espectador medio y trabajo un poco en función de él. El resultado no es una pintura pura, sino que parte de mí y de mi compromiso con lo social. Pero no busco explicaciones demasiado rígidas sobre mi trabajo. Por más que se me acuse de hacer una pintura literaria, creo que en realidad los cuadros admiten muchas más lecturas."

Sorpresas

El montaje de la exposición ha evitado el ordenamiento cronológico de la obra de Genovés, optando por una confrontación de las obras de períodos diversos quebusque arrojar nuevos sentidos y relaciones. "Un riguroso orden histórico podía resultar fatigoso para el espectador; prefiero que éste se encuentre con sorpresas Las etiquetas y las explicaciones que se añaden a la obra suelen hacer mucho mal. Una obra de arte es una máquina de pensar, y es el propio espectador, a quien es obra está destinada, el que debe fabricar su propia máquina. Si una etiqueta fija ya un determinado sentido de lectura, el espectador se conforma con ella, y eso resulta doloroso. Hay que enseñar al espectador a que mande en la obra."

Este tipo de lectura libre, renovada, que el montaje pretende buscar, lo ha sido también para el artista: "A estas alturas de mi vida profesional, yo creía estar curado de espanto respecto a estas cosas, pero luego resulta que nunca es así. Por una parte, al enfrentarme de nuevo con todo mi pasado, me ha emocionado, pero también ha sido una fuente de sorpresas. Uno se da cuenta de que ciertas obras han envejecido; otras, curiosamente, se mantienen. jóvenes. Se acaba, así, por entender que el que ha cambiado, sobre todo, es uno mismo, y eso da que pensar".