La poesía de 200 niños cantores e instrumentistas
El ciclo otoñal de la Sinfónica de RTVE se cerró con un estupendo concierto de Navidad, apoyado en dos obra de Britten y uña de Alberto Blancafort. Ascendieron al escenario del Real, además de los Coros de la casa, un grupo de profesores de la Orquesta y el Coro infantil Itxas Soinua, de Lequeitio: un centenar muy crecido de niños instrumentistas y niños-cantores para dar al misterio de Britten, El diluvio de Noé, toda la gracia, sabía e infantil, que encierra.Odón Alonso ha preparado con minuciosidad y entrega este concierto en actitud antidivista, cuyas últimas razones sentimentales nos explica en su muy bella nota de programa. Y con las decenas de violines, normales o pequeños según la edad del ejecutante; de violas, violoncellos, flautas de pico, trompetas, carrillones, percusiones, los pequeños profesores hicieron música verdadera y dieron ejemplo de disciplina.
Estrenos de Britten y Blancfort
Conciertos de Navidad de la Orquesta y Coro de RTVE. Coro Itxaa Soinua, de Lequeitio. Director: Gorka Sierra. Orquesta infantil con alumnos del Real Conservatorio. Escuelas: Clara, Granados (Majadahonda), Falla (Alcorcón), Soto Mesa, Colegio Carmen Cabezuelo y Torrejón High School. Director: Odón Alonso. Teatro Real. 18 y 19 de diciembre.
Basándose en el género de representaciones bíblicas del siglo XVI inglés, Britten construyó su Diluvio con sumaria parte escénica, en la que su dominio técnico se demuestra por la capacidad de simplificación tanto como por la fidelidad con que se sirve el argumento, los textos y el destino infantil de la pieza.
Cuando El diluvio de Noé se estrena en Venecia, en el maravilloso escenario (de la Scuola di San Rocco, durante la primavera del 61, Eugenio Montale redacta una breve y bella crónica que viene a reflejar una sorpresa análoga a la experimentada por el público del sábado y domingo: "La música, tempestuosa en la descripción del diluvio, onomatopéyica cuando reproduce las voces de los animales, humorística en las escenas de carácter, se balancea entre lo religioso y lo profano y es digna del autor de La vuelta de tuerca".
Poética vivida
Creo, sin embargo, que el elemento dominante en Britten -como en Amah, pero esta vez de un infantilismo carente de amaneramiento- es la poesía. Poética representada y vivida por niños o en estado de pura ingenuidad cuando le corresponde intervenir a los mayores: Noé, encargado con exactitud por Santos Ariño; Dios, a cargo de Narciso Ibáñez Menta, y demás elementos profesionales. Robero Carpio, Román Calatayud y Manuel Meroño (director escénico, decorador y autor de los muñecos), acertaron en el breve montaje teatral porque todo quedó sumido en una unidad conceptual que, en el caso de Britten, está determinada por la propia música.
Odón Alonso fue capaz de organizar tan amplio, vario y voluntarioso gentío musical. Ha debido trabajar de lo lindo, pero los resultados merecen la pena: ver ese multánime protagonismo infantil, feliz y responsable, movilizado para hacer arte lo mejor posible.
El Coro de Lequeitio, que dirige Gorka Sierra, es espléndido. Antes de su intervención en El diluvio, nos dio una versión perfecta de afinación y sentido de A ceremony of Carols, para coro infarítil y arpa, de Britten, en la que María Rosa Calvo Manzano lució todos sus valores.
Es raro encontrarse con un conjunto vocal infantil de tanta calidad como la del ltxas Soinua, que conocíamos desde su colaboración en el Réquiem guerrero que dirigiera Antonio Ros Marbá.
En el centro del programa, el Coro de la RTVE, bajo la dirección de Alonso, estrenó una Sinfonía coral, encargada por Radio Nacional a Alberto Blancafort con el fin de renovar el repertorio sobre temas populares.
El tantos años titular del Coro y actualmente de la Orquesta de Porzheim (Alemania), construyó una partitura en tres movimientos sencillamente deliciosa.
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