Fanfani presenta al Senado italiano su programa para sanear la economía
El nuevo presidente del Gobierno italiano, el democristiano Amintore Fanfani, presentó ayer ante el Senado su programa de gobierno, y empezó en seguida un debate que continuará el lunes próximo en la Cámara de Diputados, según es ritual. La mayor atención política estuvo puesta en la situación económica, que es el problema central de la política italiana en este momento.El programa de Fanfani se ha mantenido en la línea de rigor que le había pedido su partido, pero al mismo tiempo tuvo que ser corregido en parte, por lo que se refiere a los instrumentos para llevar a cabo los inevitables sacrificios, ante las presiones de socialistas y socialdemócratas, que temen que la crisis acabe golpeando sobre todo a los trabajadores más pobres y sea causa de nuevo desempleo.
Fanfani se comprometió ayer a mantener el índice de inflación el año próximo en un 13%, para reducirlo a un 10% en 1984. Se trataría de un milagro, si se piensa que este año ha tocado ya el 20%. El déficit público deberá mantenerse en siete billones de pesetas. El ex presidente Giovanni Spadolini, el año pasado, había prometido también mantenerlo en cinco billones, y se ha acabado el año con un índice de casi diez.
El jefe del Gobierno anunció un impuesto sobre los bienes inmuebles, que irá a las arcas de los municipios, y una contribución extraordinaria (un tantum) para todos los trabajadores autónomos, que podría ser de un 8% de sus ingresos.
Fanfani pretende aumentar la producción energética con una inversión en este sector de ocho billones de pesetas. Quizá la medida más popular, que ya hizo famoso a Fanfani durante uno de sus Gobiernos pasados, ha sido la promesa de que se construirán 230.000 viviendas en cuatro años, lo que daría trabajo a 250.000 personas.
Y por lo que se refiere al espinoso tema de la renovación de convenios, hoy bloqueados por la empresa privada, y sobre la disputa de la escala móvil -el mecanismo que aumenta automáticamente los sueldos de los trabajadores según la evolución de los precios de la cesta de la compra-, Fanfani ha dado una fecha tope a sindicatos y empresarios para que lleguen a un acuerdo: el 20 de enero. En caso contrario podría intervenir directamente el Gobierno.
