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La banca pretende conseguir contrapartidas del Gobierno para mantener su nivel de beneficios

Un inusitado movimiento está teniendo lugar entre los principales responsables financieros del país. La reunión que mañana, jueves, celebrará Miguel Boyer, ministro de Economía, Hacienda, con los presidentes de los siete grandes, el del Banco Exterior de España, el presidente de la AEB (Asociación Española de Banca Privada), Rafael Termes, y el gobernador del Banco de España, José Ramón Alvarez Rendueles, levanta expectativas de todo tipo ante cuáles serán las contrapartidas que el nuevo Gobierno puede ofrecer al aumento del coeficiente de caja decidido el sábado pasado. En el otro lado de la balanza se empieza a considerar como factible que los presidentes de los principales bancos firmen un pacto de caballeros mediante el cual se comprometerían a limitar los tipos de pasivo a que retribuyen los depósitos de sus clientes.

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'Pacto de caballeros' para "limitar el coste del pasivo

Rafael Termes, presidente de la patronal bancaria, se reunió hace dos días con los consejeros delegados de los ocho grandes bancos para preparar la reunión del comité ejecutivo de la organización, cuyo orden del día constaba de seis puntos: política de dividendos, modificación del coeficiente de caja, elecciones sindicales en el sector, resultados de la banca al final del tercer trimestre del año, los tipos de interés preferenciales que practican los bancos y la política monetaria del nuevo Gobierno.La modificación del coeficiente de caja y el resto de la política monetaria que está empezando a poner en práctica el Gobierno socialista fue el tema central de la reunión de los consejeros delegados con Rafael Termes como preparatoria de la que mañana tendrán los presidentes de los siete grandes, a instancias del gobernador del Banco de España, con el ministro de Economía y Hacienda. Aunque al almuerzo convocado por Alvarez Rendueles van a ir los presidentes de los bancos a "escuchar más que a proponer, ya que no conocen el abanico de medidas que el Gobierno se propone", se han realizado varias hipótesis sobre el papel, por si acaso tanto Miguel Boyer como José Ramón Alvarez Rendueles, inician aproximaciones al "nivel de sacrificio que se va a solicitar al sector bancario", declararon fuentes cercanas a varios de estos bancos.

Para ellos, la decisión de elevar en un punto el coeficiente de caja -fondos en poder del Banco de España detraídos de los depósitos de los bancos por los que no se paga ningún tipo de interés- es una medida técnica aceptable o no por el conjunto de decisiones que la acompañen y no en sí misma. Cálculos realizados por expertos del sector bancario señalan que la elevación del coeficiente de caja hasta el 6,75% de los depósitos en instituciones de crédito supone para éstas obtener 11.200 millones de pesetas de menor beneficio en el ejercicio próximo si la medida no se combina con otras por las que se pueda obtener parte de esta cantidad. En cualquier caso, manifestaron estas mismas fuentes, el coeficiente de caja del 5,75% era ya de por sí demasiado elevado técnicamente, lo que implica decisiones monetarias en su mantenimiento y no de estricto sentido técnico, y se complica aún más con la elevación.

Todas las hipótesis que los consejeros delegados manejaron durante la reunión pasan por una disminución de los coeficientes actualmente existentes o, al menos, una nueva configuración de los mismos. "O se deja una cantidad mayor de depósitos para la inversión libre y a tipos de mercado o, al menos, se introducen variaciones, como una mayor disponibilidad de fondos para la exportación en detrimento de las cantidades que deben destinarse a la adquisición de cédulas para inversión. El rendimiento de las cédulas es del 7,5%, mientras que los fondos destinados a financiar exportaciones tienen una rentabilidad del 11%. Otra fórmula que no se descarta es que se aumente algo la retribución de las cédulas.

Una mayor detracción de fondos libres para inversión, como la experimentada a partir de la subida del coeficiente de caja, tiene que repercutir, se afirma en círculos bancarios, en el coste de los créditos al sector privado para mantener la rentabilidad media total, y ello niega la pretensión anunciada de reducir el coste del dinero para los sectores empresariales de la sociedad. No obstante, a corto plazo no es previsible que ello ocurra, ya que se espera que haya un exceso de liquidez en el sistema, consecuencia de la entrada de dinero del exterior a raíz de la devaluación, del elevado vencimiento de certificados de regulación monetaria en el próximo mes y medio y por los fondos prestados a los bancos en crisis.

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