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'Pacto de caballeros' para "limitar el coste del pasivo

La polémica desatada sobre la posibilidad o no de que la banca hubiera solicitado de manera más o menos oficial que las autoridades económicas o monetarias limitaran el reparto de dividendos a los accionistas, a raíz de las nuevas tensiones que se están produciendo en el negocio bancario, ha sido cortada a partir de la nota hecha pública por la Asociación Española de Banca Privada (AEB) al término de la reunión mantenida por su presidente con los consejeros delegados de los ocho primeros bancos.Según esta nota, se descarta por el momento una decisión unitaria de los bancos de limitar los dividendos a repartir entre sus accionistas a cargo del ejercicio actual en una cantidad inferior a la del año pasado, aunque se recomienda una importante dosis de prudencia en el tema y se remite a la facultad que tiene el Banco de España para establecer al conjunto del sector, o a cada banco en particular, el volumen de dividendos a repartir en base a las atribuciones que el decreto de liberalización de enero de 1981 fijada para los dos primeros ejercicios.

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No obstante, en el curso de la comida se estudió la política de dividendos en base a los resultados obtenidos por el conjunto de la banca al termino del tercer trimestre del año y una sombra de preocupación, que se trasluce en el comunicado oficial, planeó sobre los comensales. Si bien es cierto que el beneficio neto obtenido a lo largo de estos primeros nueve meses de 1982 ha crecido en relación ;a períodos similares de ejercicios anteriores, lo cierto es que lo ha hecho a costa de que los fondos dedicados a saneamiento de activos morosos o fallidos lo hacen en proporciones menores que en 1981 y en 1982. Es, en palabras de Rafael Termes, una situación de beneficios crecientes, pero menos sanos que en años anteriores".

En la ronda de intervenciones sobre el tema, manifestaron algunos de los asistentes, no todos los presentes hicieron uso de la palabra. "En realidad, tres o cuatro hablaron, y claramente, a favor de que no hubiera ningún tipo de petición de limitación en el reparto, mientras que el resto guardó silencio, con lo que no se conoce exactamente su posición individual". Una vez más, parece que la unión de la banca brilla por su ausencia.

Dentro de esta preocupación por la cuenta de resultados, se estudiaron algunas posibilidades de actuación ante el futuro. El problema que más preocupa en el sector es la disminución del margen de intermediación, consecuencia sobre todo de la elevación de los costes financieros de las propias entidades, es decir, de la retribución que se está ofreciendo a los depositantes. Uno de los consejeros delegados que asistían a la reunión presentó un estudio para llegar a un "acuerdo de caballeros" por el cual los grandes bancos se comprometerían a no pagar más allá del 13,5% de interés bruto para depósitos superiores a ocho millones de pesetas y a dos años de plazo y en ningún caso retribuir por encima del 10% los depósitos a menos de un año.

La decisión fue tomar en consideración el estudio en un futuro próximo, aunque círculos bancarios han manifestado sus dudas sobre un acuerdo en este sentido, para lo cual sería previo que la Administración admitiera reducir los tipos de interés de sus emisiones de deuda a dos años o menos, y porque hay bancos que tratan de captar pasivo a cualquier precio al perseguir determinados objetivos de crecimiento, mientras que otros han iniciado ya desde hace tiempo una política de abaratamiento.

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