El modelo sanitario e industrial existente en España favorece el desarrollo del cáncer, según el Profesor Vicente Navarro

La advertencia sobre una próxima y progresiva epidemia de cáncer en España, hecha por el profesor Vicente Navarro el viernes por la noche en las Jornadas sobre Sanidad Pública (véase EL PAIS de ayer), provocó un pesado silencio en el aula magna del Hospital Provincial de Madrid, donde se habían congregado para escuchar al experto internacional más de seiscientos profesionales jóvenes, concurrencia poco frecuente en este tipo de actos.

El profesor Navarro, durante su conferencia, apostilló que "no son palabras terroristas, sino que no sé cómo hacer comprender esta realidad, que me preocupa mucho, y de la que hace años informé al Ministerio de Asuntos Exteriores, sin que ni siquiera me hayan contestado, por lo que creo que es preciso que el pueblo conozca este riesgo y presione para corregirlo".Vicente Navarro, catedrático de salud pública en la Universidad Johns Hopkins, de Estados Unidos, analizó lo que se entiende por este concepto y explicó las relaciones de poder que lo "manipulan".

Según Navarro, se entiende por salud pública la asistencia del sector público o la infraestrucutra sanitaria en general, "pero no es sólo eso, sino todos los servicios que intervienen en beneficio de la salud del pueblo". La OMS, explicó Navarro, ha tratado de precisar más y define la salud "progresistamente" como "el bienestar somático, psicológico y social". Pero Vicente Navarro continúa profundizando: "¿Y qué es bienestar, quién lo determina?". Según este experto, son las fuerzas de poder quienes influyen en tal definición, según sus intereses.

Una vez planteada esta premisa sobre la determinación del bienestar / salud del pueblo, pasó a dar cuenta sobre la interrelación que existe entre los índices de morbilidad y las circunstancias sociales. Explicó la sorpresa producida por los investigadores al descubrir que la morbilidad conocida es sólo una parte pequeña del iceberg total de las patologías de la comunidad.

Fue especialmente a partir de los años 70 cuando tales investigaciones de salud pública cobran auge y revelan la relación entre lo social y, especialmente, el trabajo en la enfermedad. Según Navarro, el mayo francés del 68, la contestación sobre la "infame" guerra de Vietnam, las huelgas mineras en Reino Unido, los conflictos laborales en Suecia, el resquebrajamiento de la dictadura franquista en España, entre otros movimientos, están incardinados en la presión del movimiento obrero y éste, a su vez, hace que se llegue a pensar en serio en la relación entre trabajo y salud. Se pasa así de la promoción y control de la medicina laboral por parte del empresario a un cuestionamiento de este asunto. Investigaciones en tal dirección señalaron que "las nuevas epidemias de accidentes, muertes y enfermedades se desarrollan alrededor del mundo del trabajo".

El problema del cáncer

Dedicó una especial atención al problema del cáncer. El 30% de los casos de cáncer que se producen en Estados Unidos, dijo, se encuentran en trabajadores del sector químico. Los estudios realizados en este país, según-Navarro, reflejan la correlación entre el incremento del cáncer y el auge de este sector de la industria. La epideiTúa de cáncer en Estados Unidos progresa con un índice aproximado al 10% anual desde los años 60. Un fuerte movimiento de oposición se produjo en consecuencia en este país y se prohibieron algunas empresas. Sin embargo, según Navarro, éstas se trasladaron a otros paÍses de legislación menos estricta, entre ellos a España. Navarro, según manifestó en las citadas, jornadas, advirtió el hecho al Ministerio español de Asuntos Exteriores sobre una empresa en concreto, sin que ni siquiera haya tenido respuesta."En España", añadió, "se puede comprar libremente una sartén de amianto, que es peligrosísimo, cuando hay países en que ya no se permite ni su uso en neumáticos de automóviles. No es éste un problema que se combata con un acto médico, con una receta de aspirina. El 60% de los trabajadores de las; cadenas de montaje de automóviles de Detroit se drogan durante la jornada laboral. Esto refleja que el problema está en la naturaleza del trabajo. La satisfacción en el trabajo es la variable que más justifica la longevidad", según un estudio de la Johns Hopkins.

Añadió que "en materia de salud pública hay que ocuparse también de aspectos de producción y de control de la producción, lo cual lleva a un diseño de la definición de salud pública, que tiende más y más hacia lo social y hacia lo político, y más allá de lo puramente médico-clínico".

"La insensibilización en España ante este perspectiva es una consecuencia del franquismo. Es un escándalo, no se me ocurre otra palabra, que haya más scanner en Madrid que en Nueva York y, al mismo tiempo, que el 70% de las poblaciones españolas tengan sin tratar las aguas negras. Este dato procede de un estudio reciente de la Generalidad de Cataluña y no es un dato de tercer mundo sino de cuarto. Por lo tanto, esta convivencia de alta tecnología con el abandono de las infraestructuras preventivas, y de las enfermedades propias de la industrialización incontrolada con infecciones tifoideas, indican que el compromiso español ha de estar con la salud, no con un patriotismo falso".

Fijó las necesidades para un cambio en favor de la protección de la salud pública: integración de los servicios, con el entendimiento e que una acción preventiva y social promueve más salud pública, y a menor costo económico, que la asistencia de la enfermedad; acabar con la idea decimonónica de dar el cargo político al experto en órganos, pues la salud pública es un problema a abordar desde una perspectiva multidisciplinar en la que los médicos son precisamente quienes menos saben; y la democratización de las instituciones sanitarias.

Navarro advirtió, como colofón, que este cambio contará con una fuerte oposición de determinados sectores, especialmente la banca y la industria farmacéutica. Recordó que "f precisamente la industria farmaceútica quien financió el golpe contra Allende en Chile. La lucha entre sectores médicos ha de producirse", precisó, "y quienes entendéis que es viable un servicio nacional de salud debéis estar dispuestos a responder ante la opinión pública a las primas donnas, los relevantes doctores, que harán gala de su saber para impedir el cambio".