Alfonso Guerra afirma que irá al Gobierno, si el partido se lo pide

El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, mantiene aún la indecisión sobre si, finalmente, aceptará o rechazará ser incluído como vicepresidente en el Gabinete de Felipe González. Una reunión de la ejecutiva del partido, celebrada ayer por la mañana, no logró convencer a Guerra, quien se limitó a repetir, escuetamente, que su deseo personal sería quedar fuera de la lista del Gobierno, aunque dejó abierta la posibilidad de una aceptación "en el caso de que el partido me lo pida".

Felipe González incluyó al número dos del PSOE en la lista del Gobierno que leyó ayer ante los miembros de la comisión ejecutiva del partido, quienes se enteraron así, oficialmente, del equipo ministerial, que "coincide muchísimo con el ya publicado por la prensa", según afirmó el miembro de la ejecutiva Pedro Bofill.Sin, embargo, Guerra no confirmó su aceptación del cargo de vicepresidente atribuido por González, y pidió tiempo para reflexionar, sin especificar un plazo en concreto. La incógnita, por tanto, continúa, y, previsiblemente, este estado de cosas se mantendrá a lo largo de todo este fin de semana, que, contra su costumbre, Guerra pasará en Madrid, "trabajando en varios asuntos pendientes", según medios próximos al vicesecretario general.

Fuentes de la dirección del PSOE insistieron en que la duda de Guerra se debe a que éste se pregunta si su presencia será más útil como vicepresidente del Ejecutivo o manteniéndose al frente del partido y del grupo parlamentario. "La postura de Guerra no tiene nada que ver con las rumoreadas diferencias con Miguel Boyer, ni con cualquier disconformidad con la composición de la lista, y, menos aún, con pretendidas presiones de poderes exteriores al partido", subrayó un miembro de la Ejecutiva, que no quiso citar su nombre. Otros miembros de la dirección del partido, como el veterano Francisco López Real, se mostraron, en privado, partidarios de que Alfonso Guerra permanezca al frente del PSOE, sin pasar al Gobierno, "porque aquí es muy necesario". Sin embargo, una mayoría de la ejecutiva pareció decantarse a favor de que Guerra acepte la vicepresidencia.

En medio de la controversia y la expectación centrada en torno a su persona, Guerra pasó ayer lo que una fuente próxima calificó como "un día relajado". Asistió a la inauguración de una exposición de esculturas en la facultad de Bellas Artes de la Uníversidad Complutense, donde, abordado por los periodistas que acudieron a cubrir el acto, se limitó a señalar que su deseo es no entrar en el Gobierno, "pero lo haré si el partido me lo pide".

Aún puede modificarse la lista

Todo indica que la incógnita Guerra quedará despejada inmediatamente después del fin de semana, de modo que Felipe González pueda anunciar oficialmente la composición de su primer Gobierno después de la votación de investidura, que previsibiemente tendrá lugar el día 1 de diciembre. La lista de ministros se considera prácticamente cerrada, a falta de la cobertura de la vicepresidencia, si bien Bofill advirtió ayer a los periodistas que no pueden descartarse modificaciones de última hora. También reconoció Bofill que resulta poco probable que, de rechazar Guerra su inclusíón en el Gabinete, la vicepresidencia sea ofrecida a otra persona.

Tres futuros ministros asistieron ayer a la reunión de la ejecutiva socialísta, que apenas tuvo una hora de duración: José María Maravall, quien se encargará de Edu,cación; Javier Solana, que será nombrado ministro de Cultura y Joaquín Almunia, que ocupará la cartera de Trabajo. Todos ellos, lo mismo que Felipe González y Guerra (si acepta) deberán simultanear sus puestos en la dirección de¡ partido y en el Gobierno, pero cobrando un solo sueldo.

Aunque alguno de los antes citados, como Joaquín Almunia, participó muy activamente en los trabajos de transferencia de poderes, el tema no fue citado en el breve encuentro de la ejecutiva del PSOE, dedicada básicamente al tema Guerra y a conocer las líneas g enerales del mensaje que Felipe González dirigirá el martes al país desde las Cortes. En este mensaje, aseguraron medios socialistas, el nuevo presidente aprovechará para anunciar algunas de las medidas más espectaculares que adoptará a corto plazo en los primeros cien días de su Gobiemo, y a evaluar el estado de la Nación, una vez que ya ha concluido prácticamente el proceso de transferencias.

La ejecutiva no evaluó los nombres de los ministros

Según afirrharía Bofill, la ejecutiva no evaluó los nombres de los futuros ministros, por estimar que su,designación es competencia exclusiva del próximo inquilino de La Moncloa. "Lo único que hemos hecho es empezar a elaborar los planes de trabajo de la organización para apoyar al Gobierno socialista y para que los objetivos que tiene se hagan realidad", comentó Bofill, quien se negó a comentar los adjetivos de moderado y socialdemócrata con que los medios de intormación saludaron ayer las listas oficiosas de los nuevos ministros: "No son los gobiernos los que son moderados o radicales, sino lós programas. Nuestro programa es realista, posibilista, e intenta dar respuesta puntual a lo que son las demandas y los problemas de nuestra sociedad". Tampoco se habló de los nombres de posibles altos cargos para la Administración.

Medios próximos a Guerra dijeron desconocer si éste se había entrevistado ayer de nuevo con Felipe González, pero ello parece más que probable, dada la proxímidad de sus respectivos despachos y el ínterés del secretario general del PSOE por convencer a su número dos para que se integre en él Gobierno.