La compañía de 'Las bicicletas son para el verano' prepara el traslado de local

A mediados de diciembre, Las bicicletas son para el verano, de Fernán-Gómez, que actualmente se representa en el teatro Español, se trasladará al Centro Cultural de la Villa de Madrid, donde permanecerá por espacio de tres meses. Este cambio de escenario ha originado ciertas diferencias entre el Ayuntamiento, propietario del local, y la compañía. El primero era partidario de prolongar a ocho las funciones semanales, mientras los actores sugerían seis. La compañía celebró una reunión anoche y a su término prevalecieron las tesis municipales.

"El tema de la ampliación de las funciones es menor", informa el delegado de cultura del Ayuntamiento, Ramón Herrero; "lo que preocupaba tanto a los técnicos del teatro Español como a los del Centro Cultural era el acomodo del escenario. Y eso ya está resuelto". "Los cambios afectarán al decorado, hecho para un fondo de ocho metros de altura y que en el teatro del Centro es de cinco, y algunas cosas más. De ahí que no podamos dar una fecha fija, pero se puede calcular que será alrededor de mediados de diciembre, y permanecerá hasta febrero, inclusive".De las obras programadas por el Ayuntamiento de Madrid, es la que ocupa el segundo puesto en número de espectadores. La vida es sueño, interpretada y dirigida por José Luis Gómez, fue vista por 53.723, mientras que Las bicicletas son para el verano ya ha alcanzado la cifra de 31.000 espectadores "y está previsto que el teatro se llene en todas sus funciones".

El Centro Cultural tiene un aforo de 124 localidades menos que las del Español, lo que no impedirá que el precio se mantenga en 350 pesetas. "Yo supongo", explica Ramón Herrero, que prefiere hablar de suposiciones, "que esto no va a afectar económicamente al Ayuntamiento, porque es de las obras que globalmente menos costes ha supuesto".

Herrero piensa que ampliar el número de funciones es "un tema menor" (solucionado anoche con la compañía), "por que está claro que habrá que aumentarles el sueldo si se amplía el número de funciones".

María Luisa Ponte, una de las protagonistas de la obra, no se mostraba favorable a las ocho funciones. "Son tres horas de función, y no paramos de subir y bajar por el escenario. Muchas veces voy con la lengua fuera, y no es broma. Además, cada día es como si fuera el estreno. Hay mucha gente que quiere felicitarnos después de cada función, y, claro, hay que atenderles a pesar del cansancio. Así que las dos funciones diarias son matadoras. ¡Que se lo digan a Agustín González, a Berta Riaza y al chico, que están todo el tiempo en el escenario! Yo creo que la posición de todos es conseguir continuar con las seis funciones, pero si insiste el Ayuntamiento, convencerles para que sólo sean siete. Pero, si no hay más remedio, haremos las ocho representaciones. Aquí nadie quiere posturas duras".

Por su parte, fuentes de la dirección del teatro Español han informado que todos los problemas técnicos de cambio de escenario ya están solucionados: "Estamos a la espera de lo que decidan los actores".

Desde que en 1977 Las bicicletas son para el verano, de Fernando Fernán-Gómez, ganó el Premio Lope de Vega, pasaron cuatro años hasta que fue representada. Todo han sido retrasos y prematuras retiradas de esta obra, que se ha venido representando con notable éxito. Su estreno, programado para primeros de abril de 1982, se aplazó al 23 del mismo mes por una huelga de los técnicos del teatro. El 30 de mayo fue retirada en pleno éxito, obligada por la programación previamente contratada para el Mundial. Ante las peticiones de reposición, el Español decidió reabrir la actual temporada, el 6 de octubre, con la misma obra, programándola para dos meses, pero un accidente del protagonista, Agustín González, días antes del estreno, obligó a un nuevo aplazamiento.