Felipe González explicará a los españoles el estado de la nación que heredan los socialistas

El secretario general del PSOE y próximo presidente del Gobierno, Felipe González, dijo ayer que en uno de los primeros Consejos de Ministros que celebrará en cuanto tome posesión del cargo se decidirá la subida del precio de la gasolina, una de las "herencias pendientes" del Gabinete de Calvo Sotelo. Felipe González avanzó el número de ministros que formarán su Gobierno, cuando dijo: "La subida de los carburantes es algo necesario y está asumido por el pueblo español, que comprende que no habrá más remedio. No obstante, será una decisión a adoptar entre los diecinueve componentes del Gabinete ministerial". "Tengo la firme intención", afirmó, "de explicar con realismo al país la situación en que se encuentra el Estado".

Diecinueve personas, pues, integrarán el primer Gobierno socialista español, ayudados por un amplio equipo de asesores presidenciales. Felipe González volvió a reiterar ayer, al término de la sesión de composición de la mesa del Congreso de los Diputados, que considera "absolutamente necesaria" la creación del citado equipo de expertos, "que no tendrá nada que ver con los fontaneros", matizó, y que no creía que surguieran fricciones entre el Gobierno oficial de la nación y esta especie de "gobiemo paralelo" que pudieran ser sus asesores en la Moncloa."En política se pueden inventar pocas cosas", fueron sus palabras, "y en cualquier país europeo existe una infraestructura amplia y eficaz que coordina la labor del Gobierno y que impide, entre otras cosas, que el presidente del Gobierno tenga que enterarse por la radio o por una llamada telefónica de lo que está ocurriendo", añadió el próximo presidente.

Respecto a quienes van a integrar el futuro gabinete socialista, Felipe González dijo que había designado ya al 95% de sus miembros, que "podrá haber cambios hasta dos horas antes de hacerse públicos los nombres" y que el Jefe del Estado, el rey Juan Carlos I, será la primera persona en enterarse. "Creo que la discrección es algo muy sano y positivo", comentó, "y la ostentación es siempre mala. Me reservo la libertad de ha cer los nombramientos que considere necesarios, de la misma manera que me la reservo para cesar a un ministro si me parece que debo hacerlo".

Del tema de la trasmisión de poderes, el fututo presidente del Gobierno -quien, por otra parte, tampoco quiso especificar la fecha de su investidura-, señaló que se estaba realizando con sosiego y moderación, "aunque uno pueda haber detectado a veces mil detalles que no le gustan", y que había hablado en reiteradas ocasiones estos últimos días con el ex presidente Adolfo Suárez, "lo mismo que lo estoy haciendo con Leopoldo Calvo Sotelo, porque siempre es bueno aprender de experiencias pasadas. No quiero desaprovechar nada", dijio, "que sirva en beneficio del futuro".

Comunicar los problemas y consolidar la democracia

También manifestó Felipe González su esperanza de que la nueva legislatura ayer inagurada "sirva para la consolidación de la democracia", donde, pese a contar con la mayoría absoluta en las dos Cámaras, los parlamentarios socialistas acuden al hemiciclo en actitud de humildad. "Un compañero me decía esta tarde (ayer para el lector) que cuando se está con una mayoría abrumadora parece que uno tiene que entrar pidiendo perdón", dijo el futuro presidente. "Yo considero esta frase positiva, porque denota que ha habido una reacción de humildad ante el triunfo".Para Felipe González, "la flexibilidad y la moderación en el debate" van a ser las notas dominantes de la legislatura que se constituyó ayer, "para hacer comprender a la opinión pública española que el diálogo es básico para la democracia, aunque este diálogo no esté exento, como es lógico donde existe una oposición, de posiciones confrontadas".

Lo que más parece preocuparle al futuro presidente del Gobierno, y así lo repitió en su larga conversación con los informadores, es la consolidación plena de la democracia. "Me preocupa el funcionamiento del Estado", subrayó, "y algunas instituciones no están del todo consolidadas. Esta tarea de consolidación no se va a realizar en un día, pero queremos que todas las instituciones del Estado funcionen y se complementen".

La comunicación con los ciudadanos también es parte fundamental de los propósitos de Felipe González. "Tengo la firme intención", adelantó, "de explicar con realismo al país la situación en que se encuentra el Estado cuando accedamos al Gobiemo. No lo haré de forma que resulte agresiva para nadie, pero la verdad tiene que ser compartida por todos".

El primer 'ex ministro' del PSOE

Felipe González, que se mostró distendido y tranquilo en su conversación con los periodistas, tuvo palabras de elogio para Ciriaco de Vicente, de quien dijo que poseía una enorme capacidad de trabajo", y al que le unía "una amistad entrañable". El nombre de Ciriaco De Vicente surgió como consecuencia de su designación, ayer, de secretario primero de la mesa del Congreso, cargo que le "invalida" para ocupar una cartera ministerial. De Ciriaco de Vicente, cuyo nombre ha sido barajado en todas las quinielas de ministrables efactuadas por los observadores políticos desde que el PSOE ganó las elecciones legislativas, se tomó el asunto con excelente humor. "¿Que dicen que yo soy el primer ex ministro del PSOE?, pues tiene mucha gracia, y además demuestra que seré un ministro cesado sin cobrar sueldo, lo que es muy bueno para dar ejemplo". El ambiente que se detectaba ayer en el hemiciclo, en las filas socialistas, era de satisfacción mezclada con cierto desasosiego por la ausencia de información. A todas las preguntas efectuadas por los informadores sobre fechas, nombres, proyectos o simplemente la identidad del futuro portavoz parlamentario, los diputados socialistas contestaban: "Eso lo saben Felipe González y Alfonso Guerra". Algunos, con evidente jocosidad, se acrecaban al vicesecretario general y le decían: "Alfonso, totus tuus", a lo que Guerra contestaba con una carcajada. Pero tampoco se mostraba muy locuaz. EL PAÍS mantuvo con él ayer tarde el siguiente diálogo:-"¿Va a ser usted el vicepresidente del Gobierno?

-Yo no quiero serlo.

-Pero ¿lo va a ser o no?

-Repito que no quiero serlo y existen muchas probabilidades de que me hagan caso. Tampoco creo que vaya a ser ministro.

-Entonces, ¿será usted el portavoz del Grupo Parlamentario?

- Eso lo tenemos que decidir en una próxima reunión, pero es muy posible que sí.