Convocatoria del Premio Herralde para estimular la novela castellana

Un nuevo premio literario acaba de ser convocado por la editorial Anagrama, coincidiendo con la publicación del medio millar de títulos. El premio, dotado con 500.000 pesetas en concepto de adelanto a los derechos de autor, se concederá a obras narrativas inéditas en lengua castellana, o a traducciones al castellano de novelas escritas en algunas de las lenguas peninsulares, y lleva el nombre del editor de Anagrama, Jordi Herralde.Según el editor, esta convocatoria responde a la necesidad de llenar un vacío existente en los premios de narrativa, en los que los criterios extra literarios suelen primar por encima de los criterios literarios.
Jordi Herralde se manifiesta radicalmente partidario de utilizar el galardón para premiar novelas de calidad. "Quiere ser una apuesta en contra de la crisis, real o presunta, en que se encuentra la novela en lengua castellana".
El jurado que dictaminará sobre el valor de los originales presentados al certamen, deberá ser, según el convocante, de gran prestigio y rigor literarios, y cuenta por el momento con Luis Goytisolo, Mario Vargas Llosa y Esther Tusquets, además del propio editor.
La iniciativa es una continuación de los esfuerzos de este pequeño editor de Sarrià en favor de la narrativa. En la actualidad, Anagrama es una de las pocas editoriales de pequeña envergadura que resiste a la crisis económica del sector, gracias precisamente a una colección, Panorama de narrativas, que ha venido a llenar el hueco dejado por el hundimiento de ventas del ensayo.
Panorama de narrativas ha sido plataforma de introducción en España de autores desconocidos hasta el momento de su traducción española, como John Kennedy Toole o Patricia Highsmith, entre muchos otros. Varios de los títulos de esta colección están ya en su tercera edición y La conjura de los necios de Kennedy ha llegado a su cuarta edición.
Anagrama empezó a editar en una línea fundamentalmente ensayística en 1969, con la publicación de Detalles de Hans Magnus Enzensberger y, en traducción catalana, L'ofici de viure (El oficio de vivir) de Cesare Pavese. En 1977 empezó la colección Contraseñas, una clara manifestación de la crisis en que estaba entrando la literatura ensayística.
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