Un sector mayoritario del PNV, por la abstención en la investidura

La toma de posición frente a la próxima investidura de Felipe González como presidente de Gobierno ha sido un tema que ha provocado profundas polémicas en el seno del PNV y Euskadiko Ezkerra, que han celebrado sus respectivas reuniones durante este fin de semana. Mientras Euskadiko Ezkerra -con la ausencia del 50% de los miembros de la dirección- se pronunciaba a favor de la investidura del líder socialista, el PNV prefería no adoptar decisiones por el momento. No obstante, según pudo saber ayer EL PAIS, un sector mayoritario y muy representativo de la dirección peneuvista es partidario de abstenerse en la votación -"en el mejor de los casos"- si los socialistas "no ofrecen garantías en el desarrollo de una política autonómica".

En un debate poco profundo y extenso, el Partido Nacionalista Vasco abordó la actitud a tomar en el acto de investidura de Felipe González como presidente de Gobierno. Aunque la discusión real, al parecer, ha quedado aplazada -y en definitiva la decisión corresponde al consejo de dirección-, a nadie se le oculta la existencia de discrepancias en el seno de los nacionalistas vascos en torno a la investidura de Felipe González, que, en el fondo, implica una disparidad de criterios en torno a la política nacionalista -oposición o colaboración- frente a un Gobierno socialista.Los partidarios de dar un voto de confianza al líder del PSOE argumentan sus posiciones señalando que gran parte de los aspectos progresistas del programa socialista relacionados con el cambio social y económico pueden ser reivindicados por el PNV. La conveniencia de que los nacionalistas se diferencien de la oposición de derechas, a fin de "no aparecer como comparsas de Fraga", es otra de las razones que tienen muy presentes los defensores de una política de colaboración con el PSOE, además de señalar que el Gobierno vasco, en el ejercicio de sus responsabilidades, debe potenciar una política de entendimiento "con un Gobierno que por primera vez no es minoritario".

Sin embargo, los partidarios de no dar el voto de confianza a Felipe González -que cuentan con una poderosa influencia en el Partido Nacionalista Vasco- prefieren condicionar la actitud en la investidura a conversaciones previas que, en su opinión, deben mantener socialistas y nacionalistas, a fin de que los primeros "garanticen una política de verdadero desarrollo autonómico".

En la reunión de Euskadiko Ezkerra, el debate acerca del mencionado tema -que arrojó el resultado de 48 votos favorables a la investidura y diez partidarios de la abstención- dejó entrever el profundo malestar que existe en el seno de este partido, sobre todo después de las pasadas elecciones.

La explicación que su secretario general, Mario Onaindía, dio después del 28 de octubre sobre la constitución de Euskadi -que, según él, quedaba configurada en tres tribus (el PSOE con su policía, el PNV con su ertxaina cuerpo de seguridad- y Herri Batasuna con los milis), en la que no ocultaba su deseo de llevar a cabo una política de acercamiento al PSOE, ha motivado manifestaciones de descontento. Estas discrepancias no sólo se han producido en las filas de la tendencia crítica, sino también en militantes provenientes del PCE, como el propio Roberto Lertxundi, o de sectores hasta ahora alineados en la dinámica oficial.

Después de que la ponencia de Mario Onaindía fuera rechazada en la última reunión del comité ejecutivo -por nueve votos en contra, siete a favor y dos abstenciones-, cuatro informes diferentes se presentaron en la sesión del comité central del pasado fin de semana. Dirigentes como Vicente Serrano Izko, Martín Auzmendi y Roberto Lertxundi se mostraron disconformes con la política de acercamiento al PSOE.

Mientras Martín Auzmendi señalaba la necesidad de que el mencionado partido debe situarse en el campo de la izquierda abertzale en marcada diferencia con el PSOE, Roberto Lertxundi calificaba de "peligroso" el hecho de que el PSOE sea una izquierda de Estado. En este sentido, el mencionado dirigente, que en sus intervenciones en la campaña electoral se ha caracterizado por formular constantes críticas al futuro partido del Gobierno, era partidario de que Euskadiko Ezkerra, así como otros partidos de izquierda nacional, llevasen a cabo una política de oposición al PSOE.

Contra el "cheque en blanco"

Por su parte, Vicente Serrano lzko, dirigente de la tendencia crítica Nueva Izquierda, insistía en la necesidad de que Euskadiko Ezkerra debe ser el partido de izquierda nacional. En este sentido, se mostró en contra de dar un "cheque en blanco" al PSOE, porque signifícaría "perder nuestra identidad, ya que con un solo diputado que tenemos no vamos a poder cambiar ninguna correlación de fuerzas en el Parlamento y, por el contrario, si no nos mantenemos críticos en relación a la política socialista en torno al desarrollo autonómico y de normalización caeríamos en un grave error".Después de varias horas de debate, el comité central de Euskadiko Ezkerra tan sólo votó la actitud a adoptar, que resultó favorable, frente al voto de investidura de Felipe González.