El presidente Pertini fracasa en su intento de evitar una crisis de Gobierno en Italia
Los intentos hechos por el presidente ítaliano, Sandro Pertini, al rechazar la dimisión del primer ministro, Giovanni Spadolini y forzarle a presentar la crisis gubernamental ante el Parlamento, no han dado esta vez resultado. Ni siquiera el prestigioso Pertini ha conseguido mantener en vida el Gobierno presidido por Spadolini. La crisis, por el contrario, se ha planteado con mayor fuerza institucional aún, ya que los mismos aliados del primer ministro en el Gobierno, empezando por los socialistas, han abandonado a Spadolini. Y esta vez no lo ha sostenido ni la oposición comunista, que ha sido muy dura contra el primer presidente del Gobierno no democristiano en cuarenta años.El resultado negativo dado por el debate parlamentario ha demostrado que la crisis era más profunda de lo que parecía y que no se trataba sólo de una fuerte discusión entablada entre dos ministros contrapuestos en su política económica. La verdad de fondo es que, tanto socialistas como democristianos, habían llegado a un acuerdo de acabar con la experiencia Spadolini. Nada más.
El presidente de la República lo sabía, y era consciente de que de nada habría servido su decisión de que Spadolini se sometiese al juicio del Parlamento. Pero, como subrayan algunos observadores, su decisión tuvo el mérito de que la crisis se mostrase claramente ante la opinión pública. De esta forma, Pertini ha evitado las elecciones anticipadas inmediatas, solución inevitable si se hubiera desencadenado una lucha entre los partidos que hasta ayer apoyaron el segundo Gobierno Spadolini, pensando que se trataba sólo de una batalla intestina de pasillos o de problemas personales dentro del Gobierno. Pertini quiso que Spadolini cayera con dignidad, a la luz del sol y a los ojos de todos. Ahora todo vuelve a empezar. El presidente de la República empezará inmediatamente nuevas consultas con el fin de dar un nuevo encargo para formar Gobierno. ¿A quién? Aunque el anciano presidente acostumbra a sorprender a este país con nuevas sorpresas, todo hace prever que, esta vez, la responsabilidad de formar nuevo Gobierno le corresponderá nuevamente a los democristianos, ya que, al parecer, existe un acuerdo sobre este punto entre el secretario socialista, Bettino Craxi, y el democristiano Ciriaco de Mita.
Por el momento, dada la actual configuración parlamentaria, no existen otras altemativas al Gobierno. Volverá a crearse, por tanto, otro Gobierno parecido al anterior, quizá con la exclusión de los republicanos.
Pacto DC-socialistas
Desde agosto, las tensas relaciones entre socialistas y democristianos se han ablandado, y podría existir ya un pacto entre ambos líderes, o para hacer elecciones en primavera o bien para esperar al final de la legislaturá en la primavera de 1984.Para esa fecha concluye también el mandato de la actual jefatura del Estado. Los socialistas podrían aceptar que la presidencia del Gobierno volviera a un democristiano a cambio de la primera presidencia socialista de la República. Todo depende del resultado de las elecciones, sean anticipadas o no. Los socialistas creen estar en alza gracias al efecto Mitterrand y al efecto Felipe. Y los democristianos piensan que si se les deja un año y medio para reorganizarse, con el dinamismo que le está imprimiendo el nuevo lecretario De Mita, podría haber sospresas.
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