La leche humana o de vaca perjudica a los lactantes con problemas de pulmón

Los niños lactantes con problemas de aspiración deberán evitar en su alimentación el consumo de leche humana o de vaca, ya que este tipo de alimento está directamente relacionado con lesiones de pulmón y es causa de un alto porcentaje en la mortalidad infantil o de posteriores lesiones secundarias. Estos son los resultados del trabajo de investigación que ha conseguido el premio nacional de Pediatría de este año, dotado con medio millón de pesetas.La Sociedad Española de Pediatría ha concedido el premio a seis médicos especialistas de Murcia que trabajan en la Universidad de esta ciudad y en el servicio de Pediatría de la Ciudad Sanitaria de la Seguridad Social Virgen de la Arrixaca.

Según la investigación realizada por espacio de un año en ratas lactantes del tipo witssar, cuyo pulmón es muy semejante al de un niño lactante, las leches inyectadas que contienen ácidos grasos saturados, bien de cadena corta o larga (leche de vaca o de mujer) en ratas con algunos riesgos de aspiración (desvío de pequeñas cantidades de leche hasta el pulmón), originan en este órgano lesiones que pueden causar la muerte o secuelas posteriores.

En este último caso, en los primeros cuatro años del niño se producen fibrosis pulmonares o cuadros de niños que presentan una facilitad crónica para estar acatarrados o con tendencia a cualquier enfermedad de tipo respiratorio.

Leche vegetal

En cambio, según los médicos murcianos, la leche de origen vegetal inyectada en la rata tipo witssar, es decir, la leche rica en ácidos poIiinsaturados, no afecta al pulmón ni tampoco deja secuelas en el mismo. Manuel Pajarón, Luis Garcia Marcos, José Ruiz Jiménez, Manuel López Sánchez y José Carlos Ñíguez son los pediatras premiados, junto con el jefe del servicio de Anatomía Patológica, Joaquín Sola. Todos ellos iniciaron la investigación ante las estadísticas alarmantes, en donde se observa un alto índice de mortalidad en lactantes con predisposición a aspiración, es decir, niños prematuros, con defectos de esófago, fisura palatina o labio leporino, quienes engrosan la estadística, hasta un 23,74% de los lactantes fallecidos. Estos niños también presentan secuelas pulmonares en una proporción del 2,75% de los niños tratados por los pediatras.