El Gobierno andorrano pide la ayuda de España y Francia para reconstruir el país

Las autoridades andorranas emprenderán a partir de hoy una campaña en busca de ayuda internacional, sobre todo de España y Francia, para paliar las incalculables pérdidas económicas sufridas por las inundaciones, informaron a EL PAÍS portavoces oficiosos del Gobierno. El Principado de Andorra, como territorio casi libre de impuestos, carece de recursos económicos de importancia.

Los fondos de la Hacienda andorrana provienen fundamentalmente de los impuestos indirectos, mientras que por la vía directa recauda cantidades inapreciables. Las autoridades del Principado han pedido la celebración de una reunión oficial al más alto nivel entre los dos copríncipes del territorio andorrano: el obispo de la diócesis de Urgell, doctor Joan Martí Alanís, por parte española, y, por parte de Francia, el presidente de la República, François Mitterrand. A esta sesión de trabajo asistirían también el jefe del Gobierno andorrano, Oscar Riba, y el síndico de Andorra (cargo equivalente al del presidente de las Cortes, en España), Antoni Cerqueda.Portavoces de la Mitra de Urgell han expresado la predisposición del obispo a celebrar cualquier tipo de reunión que aporte soluciones a los graves problemas que se le plantean al Principado de Andorra. Para última hora de anoche estaba prevista una entrevista entre el obispo Joan Martí Alanís y el jefe del Gobierno andorrano, para estudiar el sistema más apropiado de establecer las ayudas internacionales.

A las declaraciones de intenciones de ayuda por parte de las autoridades españolas, se sumó ayer la del próximo presidente del Gobierno, Felipe González, que envió un telegrama al co-príncipe español expresándole su pesar por la magnitud de la tragedia. Los socialistas españoles estudian la posibilidad de establecer algún tipo de ayuda especial para el Principado cuando la Administración del PSOE se haga cargo del Gobierno.

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, que tiene una especial sensibilidad política para los temas de Andorra, sobre cuyo territorio la institución autonómica catalana no ejerce ningún tipo de control político, se reunió el jueves por la noche con representantes andorranos en La Seu d'Urgell.

Andorra, cuya lengua oficial es el catalán, forma parte de los Països Catalans, área geográfica sobre la que algunos independentistas catalanes plantean un proyecto político común.

Las autoridades andorranas manifestaron ayer a EL PAÍS su optimismo ante la progresiva normalización de los servicios: "Los colegios empiezan de nuevo a abrir sus puertas, Andorra vuelve a tener luz, y las comunicaciones, aunque sea por nuevas rutas provisionales, o por antiguos caminos de montaña, se empiezan a restablecer". Al Principado se puede acceder por caminos vecinales españoles, desde La Seu d'Urgell, y por rutas de montaña francesas, desde Toulouse.

El número de cadáveres identificados ascendía ayer a nueve y otros cinco andorranos se daban oficialmente por desaparecidos. A esta cifra hay que sumar las personas que se encontraban pasando el fin de semana en el Principado de Andorra, que han desaparecido y sobre los cuales las autoridades no tienen cifras precisas. Por declaraciones de testigos presenciales, el número de muertos podría ascender en Andorra a más de cuarenta.

Existe el convencimiento de que el número exacto de personas fallecidas tardará mucho tiempo en conocerse, ya que, en opinión de algunas autoridades, el pantano de Oliana puede ser en estos momentos "un auténtico cementerio humano". Muchas personas, procedentes de toda España, empiezan a llegar a Andorra por las rutas más inverosímiles, en ocasiones haciendo muchos kilómetros a pie, buscando alguna noticia de sus familiares, que entraron en el Principado el viernes pasado y de los que hasta el momento no han tenido noticias.

La especulación del suelo

Las autoridades se muestran esperanzadas ante el futuro de Adorra, pese a la magnitud de la tragedia: "Este país debe volver a ser lo que era antes de la catástrofe", aseguran en la Casa de la Vall. "La gente hoy ya no se siente tan pesimista y hasta puede decirse que ve el futuro con más optimismo".Andorra, según los expertos, ha sido víctima, en parte, de su propio egoísmo. La especulación del suelo alcanza en este país cotas insospechadas y las autoridades, con la legislación actual, no pueden expropiar terrenos, sino que deben comprarlos como un particular. Esto ha hecho imposible que en los últimos años el Gobierno emprendiera las mejoras de infraestructura que hubieran evitado algunos de los destrozos causados por la riada.

Las autoridades decidieron ayer dejar sin efecto las medidas excepcionales, entre ellas el toque de queda, adoptadas tras las inundaciones, explicó a EL PAÍS Oscar Ribas, jefe del Gobierno del Principado. La vuelta a la normalidad fue anunciada a la población a través de un bando, distribuido a media tarde de ayer, en el que se pide a los ciudadanos que sigan tomando precauciones, especialmente en la conducción automovilística.